Quinto argumento que la gente utiliza para no realizarse: Tengo miedo

“Tengo Miedo”

SUPEl miedo es un tema que desde hace un tiempo me ha apasionado.

 

En su esencia básica cumple una maravillosa función de protección y en tal sentido nos evita situaciones que podrían resultar incómodas y hasta mortales. Si usted no siente miedo frente a un precipicio puede acercarse tanto a él que podría poner en riesgo su vida.

Hasta allí, todo va bien.

 

Sin embargo, cuando el miedo es el resultado de presunciones suyas frente a situaciones que pueden resultar un daño, el miedo adquiere características de inmovilización. El miedo en este caso, Paraliza.

 

Cuando el miedo es producto de su imaginario, usted está prediciendo algo que aun no ha sucedido, y como alcanza a ver lo que va a suceder, su mente le juega una mala pasada. Su mente, ese mecanismo maravilloso hallado dentro de otro mecanismo excepcional del cual no se sabe mucho el cerebro reaccionará haciendo que usted viva en su cuerpo esas sensaciones producto de sus profecías negativas.

 

Temblará, se le dilatarán las pupilas, se le erizará la piel, se le secará la boca, la saliva se volverá pastosa, se le enredará la lengua, se petrificará y por si fuera poco, perderá la lucidez de sus ideas. Y todo porque su cerebro maravilloso como es, no detecta la diferencia entre un evento real y otro imaginado por usted.

 

La mente no tiene sentido del humor. Usted le da una orden a través de sus percepciones y ella simplemente las cumple.

 

LA MENTE NO TIENE SENTIDO DEL HUMORPor eso es que usted sentirá lo mismo frente a un león agresivo que saltó para sorpresa suya detrás de las rejas de una jaula, y el ruido extraño en la noche que usted “creyó” era un intruso en su casa.

 

Un evento real, otro imaginado, la misma reacción.

 

Lamentablemente mientras esas imágenes sigan en su mente, el miedo con la ayuda de su cerebro lo detendrán. Personas con increíbles capacidades que bien podrían hacerse una vida excelente por ejemplo a través del maravilloso mundo de las ventas y mejorar sustancialmente sus vidas, se petrifican, por el solo hecho de pensar que van a ir a vender.

 

La sola idea de hablar con alguien que no conocen, con la que tendrían que negociar y argumentar los lleva a sufrir escalofríos. Usted y yo sabemos que lo peor que le puede pasar con un cliente potencial es que este le diga que NO, pero por lo demás usted no dejará de respirar, ni de vivir por eso. Sin embargo un NO para muchos, es como un flechazo fulminante del miedo directo al corazón. No han salido de casa y ya están aterrados.

 

La línea divisoria entre el miedo y la realización de sus propósitos es tan delgada que se puede cruzar simplemente con un paso.

 

Hace un tiempo se hizo una investigación donde se le preguntaba a la gente cuáles eran sus miedos más profundos.

 

Acostumbro a preguntarles a las personas que asisten a mis conferencias, ¿Cuál es el miedo que ocupa el primer lugar en la lista de ese estudio?, ¿A qué es a lo que le tienen más miedo las personas? Las respuestas son diversas. Mencionan la soledad, el fracaso pero casi todos coinciden en afirmar a la muerte como la que produce más miedo.

 

SUPTienen razón, pero la muerte no está en primer lugar, está en segundo. ¿Qué es aquello a lo que las personas le pueden temer más que a la misma muerte? Aunque parezca increíble según el estudio, las personas le temen más a hablar en público. En otras palabras, la gente prefiere morirse antes que hablar en público.

 

Cuando tiene un nuevo proyecto en mente salen disparados como un rayo una serie de pensamientos que al parecer pretenden alertarlo de los riesgos posibles de su decisión. Muchos de sus pensamientos no son del todo fundamentados y es necesario que los analice, antes de dejarse afectar, pues algunos son fatalistas y esos son los que lo van a detener.

 

¿Y si me sale mal?, ¿Y si tropiezo?, ¿Y si se me olvida?, ¿Y si me dice que no?, ¿Y si no le gusta? Preguntas premonitorias de algo que usted nunca sabrá cómo van a salir si no lo averigua. Lo interesante de este juego paralizador no termina allí. Continúa cuando usted responde estos interrogantes con imágenes. Es decir, cuando se ve a sí mismo en esa situación incómoda por ejemplo cuando recibe una negativa, las consecuencias de esta respuesta que por demás usted exagera, ve también la reacción de algunas personas, también ve como a consecuencia de esto recibe otras negativas y por eso no va a poder cumplir con sus compromisos económicos, lo que lo llevarán a perderlo todo y…

 

Créame, no estoy exagerando. Al ver esta escena mental, no tardará en temblar y dejará de lado la posibilidad de proyectos que seguramente lo iban a beneficiar muchísimo. El miedo adquiere características irracionales cuando usted por evitar una situación incómoda futura, abandona cualquier acción que lo lleve hacia adelante.

 

La línea que separa la realización del miedo se llama acción. El miedo siempre lo va a tener con usted. Si quiere liberarse de él, pues muérase. No hay de otra. El miedo es tan natural como respirar.

 

Analizada la situación debe lanzarse, cruzar la barrera del temor. Cuando de los primeros pasos, es más cuando comience a ver los primeros resultados positivos ya nada lo hará volver al estancamiento producto del miedo irracional.

 

Le voy a dar la única fórmula que conozco que sirve para vencer la barrera del miedo: “arriésguese”. Identifique eso a lo que más le teme, y vaya y haga eso que lo aterra.

 

Lo más interesante es que muchas personas que han llegado muy alto en la vida, le deben mucho al miedo que sentían. De no haberse enfrentado a lo que les producía temor como lo hicieron, hoy estarían frustrados por no haberse movido. En otras palabras, se desafiaron a sí mismos enfrentando sus temores, y eso les abrió las puertas a la cristalización de sus propósitos.

 

Es muy normal encontrar personas muy brillantes hablando en público, con un fuerte temor a impartir clases y conferencias. Es usual encontrar a vendedores campeones en ventas, con gran miedo a hablar con personas desconocidas.

 

Como notará, ellos y usted son muy parecidos, también sienten miedo. Con la diferencia de que ellos se arriesgan, enfrentan sus temores y van por lo que quieren, ¿Y usted?

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