La Estimulación Lingûística
En un primer momento, el desarrollo del lenguaje es lento, así los bebes de un año producen una media de 10 palabras, al final de este año el número es de 50 palabras, durante el segundo año van a incrementar el número de palabras con mayor ritmo pero con lentitud.
No va a ser hasta los 20 meses cuando los bebes experimenten una rapidez en la producción de palabras, llegando a las 450 y adquiriendo unas 5 palabras nuevas por día.
El avance en la adquisición del lenguaje es tanto cuantitativo como cualitativo, ya que también va a mejorar el uso que le dan a las palabras.
El ambiente en el que el bebé crece constituye un factor clave en el desarrollo del lenguaje. Va a ser un factor de entrada, por el cual al bebé le va a llegar la manera en la que se usa el lenguaje en un determinado grupo social.
Este factor es muy dependiente del contexto, ya que éste ofrece un determinado uso del lenguaje particular adaptado a las características, necesidades y modos de vida del contexto más cercano.
El habla del niño menor de dos o tres años se asemeja mucho a un habla simple y repetitiva, referida sólo a las situaciones presentes y accesibles. Sólo comienza a cambiar, al final de este periodo, para asemejarse al habla que normalmente utiliza el adulto.
Con la estimulación del lenguaje podremos mejorar:
- Actividades visuales, a través de la interacción con los objetos y las personas.
- Formación de conceptos, los niños y niñas empezarán a categorizar y establecer relación entre palabras. Por ejemplo, podrán integrar palabras como pelota y muñeco dentro de la categoría “juguetes”.
- Comprensión simbólica: este es una de las características más importante del lenguaje ya que nos permite describir sentimientos, estados y situaciones que no están presentes, es decir, las palabras tienen un significado.
- Comprensión verbal, los bebes van a ser capaces de comprender lo que los adultos les dicen, produciéndose conversaciones y por tanto una interacción social.
Como hemos comentado anteriormente, el lenguaje está marcado por un calendario madurativo que implica un desarrollo cognitivo y un desarrollo madurativo de la laringe, faringe y boca, que además va a ser muy diferente de un niño a otro.
Sin embargo, el lenguaje puede ser estimulado por adultos, a través de diversidad de actividades como las que presentamos a continuación:
- Reforzar las respuestas. En un primer momento las respuestas que recibimos de los bebes, son respuestas innatas, pero si le otorgamos un significado o respondemos a esa reacción terminarán siendo voluntarias y con un significado consciente. Así si respondemos ante la sonrisa del bebé con énfasis o alegría lo volverá a repetir.
- Estimular el balbuceo: repitiendo sílabas como “mamama” o “tatata” con diferentes entonaciones, fluidamente y vocalizando.
- Mover un objeto sonoro alrededor del bebe, acercándolo y alejándolo para estimular la percepción de la audición