El tacto
Este sentido también está muy desarrollado desde el momento del nacimiento, pero tendrá que madurar más en los meses siguientes al parto.
El sentido del tacto está ubicado en todo el cuerpo del bebé y no sólo en sus manos, sino que el bebé va a recibir información del medio a través de su piel, siendo la boca muy importante en esta recogida de información.
Muchos de los reflejos neonatales dependen de este sentido, como son:
- Babinsky: se dibuja una diagonal en el pie del recién nacido con un objeto punzante, el resultado es que el pie se dobla y los dedos se abren en abanico.
- Hociqueo: al estimular con un dedo la mejilla del bebe, éste se volverá para buscar con la boca la fuente de estimulación.
- Succión: si se le acerca un objeto a los labios del bebé, éste succionará de manera rítmica
También desde su nacimiento, los bebes son sensibles al dolor producido por golpes, pinchazos, etc.
Hacia los 3-4 meses y en su afán por explorar el mundo que les rodeo, los bebes desarrollan una conducta típica que consiste en coger objeto, llevárselo a la boca, repasar su superficie con labios y lengua, para después sacárselo de la boca y examinarlo visualmente, al contrario de lo que se piensa, deberemos dejar al bebé que realice está práctica, ya que es la forma que tienen de reconocer objetos.
Esto se deberá realzar con unas pautas de higienes y siempre y cuando el objeto sea lo bastante grande como para no representar un peligro de asfixia.
A partir de los 6-7 meses, la exploración manual va a ir tomando protagonismo siendo cada vez menos común el uso de la b oca.
Los masajes infantiles son una buena manera de estimular el sentido del tacto en los bebés, los beneficios que aporta son tanto fisiológicos como psicológicos y emocionales.
Así además de desarrollar éste sentido va a fortalecer los lazos de unión de hijos/as y padres. Así, podremos citar entre otros beneficios la relajación del bebé, sobre todo después del baño y antes de dormir, el desarrollo del vínculo de apego y la sensación de seguridad que le van a transmitir los padres, alivio en cuanto a malestares intestinales, cólicos o tensión muscular, así como la propiamente dicha estimulación del tacto.