El olfato
Este sentido también se desarrolla en los últimos meses de gestación en el vientre materno.
Desde los primeros instantes de vida los bebes pueden diferenciar olores agradables de otros desagradables, así si a un bebé le ofrecemos diferentes olores impregnados en un algodón las reacciones están claras: ante un algodón con olores agradables como plátano o canela el bebé reacciona con agrado y ante un algodón impregnado por olores fuertes como vinagre, olor putrefacto o lejía el bebé reacción con desagrado, girando la cabeza y encogiendo la nariz.
Esta sensibilidad olfativa se va a desarrollar en las próximas semanas, e incluso podemos hablar de días. Los bebes van a desarrollar una creciente preferencia por el olor del cuerpo de la madre y por la leche materna.
Esto se debe, por un lado a la supervivencia y por otro a la relación de cercanía que establecen madre e hijo, sobre todo en las madres que dan el pecho a sus bebes.
Después del recorrido que hemos hecho a través de los sentidos del bebé cabe destacar dos anotaciones:
Por un lado, la coordinación intersensorial: esto quiere decir, que aunque hemos hecho una división de los sentidos para una explicación más detallada, existe una conexión entre estos, así un bebé girará la cabeza para dirigir la vista ante un estímulo sonoro, esto quiere decir que hay una relación vista-oído.
Hablamos también de una relación vista-tacto, ya que después de chupar un objeto, si éste es extraño, el bebé fijará la vista para ver de qué se trata.
A medida que los meses van pasando la coordinación intersensorial se irá afinando, es debido a que cada vez se precisa más la capacidad de los sentidos por lo que esto repercute en la coordinación intersensorial.
Por otro lado, debemos resaltar que muchas de las capacidades y preferencias que presentan los bebes tienen que ver con las que manifiestan sus cuidadores o las personas que se relacionan con ellos, como pueden ser hermanos, ya que finalmente, son sus caras, olores, tacto, voces son los que reconocen como cercanos y son a los que están acostumbrados.
Sin embargo, esto pasa de la misma manera al contrario, los cuidadores no tardarán en reconocer el llanto, el olor o tacto de sus bebes.