El gesto gráfico y la grafomotricidad
La grafomotricidad, es una habilidad mucho más complicada de lo que nos parece, ya que a ciertas edades no nos paramos a pensar como se ejecuta un gesto tan habitual como es coger un lápiz y escribir sobre un papel.
Sin embargo para los niños y niñas de las edades de infantil requiere mucho más que un gesto automático.
Esta actividad requiere de una coordinación entre el cerebro y los miembros superiores del cuerpo debidamente lateralizados, así como una correcta percepción del espacio y un dominio de la manipulación de los objetos.
La grafomotricidad es la capacidad que niños y niñas tienen que adquirir previamente para el desarrollo posterior de la escritura que atañe un conocimiento lingüístico.
Por esta misma razón, cuando los niños/as asisten al colegio las primeras actividades que los profesores llevan a cabo con ellos son las de colorear insistiendo en que no se salgan de los bordes del dibujo, recortar dibujos y figuras, unir dibujos con puntos, para que adquieran una mayor precisión desarrollando la motricidad fina.
Por ello, es importante que animemos a niños y niñas a seguir desarrollando en casa las actividades que realizan en el colegio e iniciarlos en otras actividades nuevas, por ejemplo tocar un instrumento que estimule la grafomotricidad, entre otras cosas, como el piano, la flauta o la guitarra.
La grafomotricidad es una de las habilidades cuyo control se va afinando a lo largo de estos años al hilo de los avances madurativos que permiten ganar destrezas tanto globales como segmentarias.
Será en el ejercicio de esas destrezas como aprenderán a diferenciar sus producciones como dibujo o escritura.
A continuación podemos ver la evaluación en la escritura de una niña pasando por las diferentes etapas caligráficas:
Palacios J, Marchesi A y Coll C. (Com) (1990). Desarrollo Psicológico y Educación. Madrid. Alianza Editorial S.A.