El dibujo
Una vez desarrollada la capacidad de la grafomotricidad, los niños y niñas van a ser capaces de realizar los primeros dibujos, aunque en un principio lo que niños/as dibujen no va a tener ninguna forma específica.
Es difícil delimitar la edad en la que se empieza a desarrollar esta habilidad, a continuación vamos a describir la evolución del dibujo de niños y niñas en edad de infantil:
- A partir de los 18 meses: En un primer momento los niños/as van a descubrir “por accidente” la relación entre el movimiento de sus brazos con un lápiz y la consecuencia que esto tiene sobre el papel. Van a trazar lo denominado como “huellas”, son líneas rectas hechas con todo el brazo en movimiento, siendo la articulación del hombro el punto de partida.
La segunda fase será la del “barrido”, en la que intervienen las articulación del codo, dejando, aún la muñeca, manos y dedos rígidos.
- Antes de los 2 años: A esta edad los niños y niñas van a empezar a trazar formas circulares que implican la utilización y movimiento de la muñeca, los dibujos que hagan sobre el papel no va a tener un significado concreto sino que lo van a realizar por pura respuesta motora.
- Entorno a los 2,5 - 3 años: aparecen los “garabatos”, estas representaciones van a estar relacionadas con un significado, es decir, los niños y niñas van a empezar a dibujar a objetos y personas gracias a que pueden combinar formas retas y circulares. No suele haber un planteamiento previo sino que es posteriormente cuando dicen lo que han dibujado dentro de un contexto en el que lo adultos se interesen por ellos. Por ejemplo, un niño puede hacer dos garabato compuesto por círculos y rectas de un parecido razonable y al preguntarle que ha hecho te puede decir que a dibujado a ti y al el jugando. Esta etapa esta marcada por la flexibilidad del significado de los dibujos, pudiendo variar en el transcurso del dibujo, después o pasados unos minutos.
- En torno a los 3 años: van a alcanzar un mejor control del trazo gracias a la evolución de la grafomotricidad.
- Entre 3 y 4 años: Controlan el punto de partida y de llegada del trazo, combinan figuras para representar un objeto (por ejemplo hacer dos círculos y rayas para representar una cabeza, un cuerpo y sus extremidades). El garabato adquiere una función representativa ya que se empieza a tener conciencia de lo que se está dibujando por lo que se empieza hablar de dibujo.
La evolución del dibujo se va haciendo evidente a la vez que el niño/a se va haciendo mayor, así al cuerpo humano se le irán añadiendo unos círculos a modo de ojos y una raya a modo de boca, posteriormente a las extremidades se le añadirán manos y pies.
Los dibujos son tratados para fines terapéuticos ya que son un medio para la expresión de las emociones, así como una representación de cómo los niños y niñas de estas edades ven y comprenden el mundo que les rodea.