El desarrollo de la atención
La percepción es la primera capacidad que tienen los bebes de unos pocos meses para reconocer los estímulos del mundo que les rodea a través de los registros sensoriales.
Por lo tanto, podemos decir, que la atención es una especie de selección de todo lo que percibimos, en un primer momento va a ser involuntaria, pero debido a los avances del desarrollo será voluntaria.
Si en un primer momento la atención va a estar supeditada a la percepción de estímulos, como era el caso del rostro humano, a partir de los dos años la atención va a empezar a ser más controlada, planificada y adaptable.
Esto es posible gracias a la maduración de otros factores como la memoria, la concepción temporal y el lenguaje que va a permitir que la atención sea más sostenida.
La capacidad atencional va a experimentar cambios en tres aspectos:
Control: se tratar de discriminar lo que no es importante y prestar atención sobre lo que tiene relevancia, para ello es esencial que los niños tengan claro sus objetivos y metas. Esta capacidad empezará a aparecer en estas edades pero no será hasta los 8-9 años cuando veamos un control de ella.
Adaptabilidad y flexibilidad: con esta capacidad los niños van a optimizar sus capacidades al adaptarse a las necesidades de la actividad y van a utilizar los mismos patrones para desarrollar actividades nuevas.
Planificador: significa pensar por adelantado las metas a conseguir con una actividad y la reacción de éstas. Aunque a edades tempranas los niños/as ya lo desarrollan aún tienen una característica de expectativas más que de meta y estrategia para alcanzarlo. No es hasta los 4 años cuando los niños/as empiezan a poner en práctica estrategias para conseguir unas metas.
A continuación vamos a exponer los tipos de deficiencias atencionales que niños y niñas irán superando con los años y el desarrollo:
- Deficiencia de producción: los niños/as no utilizan estrategias que le ayudarían a conseguir un objetivo. Un ejemplo es que si le damos un juego con dibujos de jaulas y casa y debajo de las primeras hay animales y debajo de las segunda hay personas, al pedirle que busque las personas, abrirá al azar las casillas sin hacer caso a los dibujos.
- Deficiencia de control: no pueden controlar una estrategia de manera eficaz.
- Deficiencia de utilización: Utilizan estrategias pero no significa que el resultado sea correcto, así en el ejemplo anterior los niños abren las puertas adecuadas pero no recuerdan los objetos que hay debajo de cada casilla.