Los castigos imposibles
Ocurre de forma común que cuando un niño hace perder la paciencia a sus padres, éstos en el momento de ira establecen castigos imposibles de cumplir, en el momento los padres sienten que poner un castigo severo les da un grado mayor de firmeza, pero la mayoría de las veces son los menos eficaces.
Por ejemplo el típico “sin salir de casa en un mes”, en principio nos parece un castigo contundente y eficaz, pero la verdad es que compromete el estilo de vida del niño y es imposible de llevar a cabo, por tanto, mejor pensar en un castigo más modesto y viable con el que el niño aprenda y lleguemos hasta el final, para así poder provocar un cambio en la conducta.
Otro ejemplo bastante común, castigado “sin ver la televisión en todas las vacaciones”, un castigo que comienza con fuerza, pero va disminuyendo a medida que pasa el tiempo, la falta cometida cada vez se ve menos grave, y una sensación de arrepentimiento inunda a los padres que han impuesto el castigo, o por los propios intereses de los padres el castigo queda aminorado o cancelado. Esto tiene un influencia negativa en el comportamiento del niño y puede ser muy perjudicial, quitarán importancia a las indicaciones de sus padres en los próximos castigos, por tanto, hagan lo que hagan se sentirán impunes.
Como conclusión podemos comentar que es muy importante establecer límites, pero se debe hacer con tres reglas, consistencia, coherencia y estabilidad. Evitando la falta de supervisión y compromiso.