Cuidados del enfermo en fase terminal (II). "Escaras". Dificultad para tragar

C) ÚLCERAS POR PRESIÓN.

Las temidas úlceras por presión ("escaras") son frecuentísimas en la demencia senil, sobre todo en las fases más avanzadas. Su aparición se puede producir en el plazo de días.

Suelen obedecer a diversas causas. Por ejemplo, las características de la piel (fragilidad, humedad a su alrededor, sensibilidad cutánea...) y factores como la desnutrición, los problemas cardiovasculares, la diabetes, la fiebre ...

El principal arma de prevención del que disponemos hoy en día es el cambio postural; estos cambios posturales se han de realizar con frecuencia (por ejemplo, cada 2horas, aunque por la noche puede ser suficientes con hacerlos cada 3-4 horas).

También es muy importante mantener bien hidratada la piel con cremas hidratantes y aceites. En la medida de lo posible se intentará mantener bien nutrido al paciente (proteínas, suplementos proteicos).

Se han mostrado útiles, igualmente, las protecciones mecánicas, almohadas o superficies de contacto especiales, los colchones antiescaras... Estos productos, por desgracia, pueden llegar a ser caros.

 

D) DIFICULTAD PARA TRAGAR (DISFAGIA).

Es frecuente en las fases avanzadas. Aparece independientemente de cual sea la causa de la demencia y suele empeorar a medida que lo hace esta. En la demencia vascular y en las demencias que cursan con trastornos motores (como la enfermedad de Parkinson) es normal que exista dificultad para tragar casi desde los primeros momentos del trastorno.

Ya comentamos que no es infrecuente que estos enfermos olviden como comer (qué hacer con la comida una vez que está en la boca). También puede existir pérdida de apetito como agravante del trastorno.

La disfagia o dificultad para tragar se complica con frecuencia con problemas de desnutrición y deshidratación. Además puede producir neumonía por aspiración (la comida va al pulmón en vez de al estómago) que, como ya hemos dicho, es la causa más habitual de muerte de estos pacientes.

La evidencia sobre el manejo de este trastorno es escasa. Sabemos poco de la solución.

Pueden emplearse medidas generales como una hidratación correcta, uso de gelatinas, dieta blanda y adaptada a lo que prefiera el enfermo. También se aconseja el uso de espesantes cuando el problema es la dificultad para ingerir líquidos.

Además, puede ser necesario la visita a un logopeda para que nos enseñe las posturas facilitadoras de la deglución.

A veces el úso de fármacos (llamados ISRS) puede ser útil para pacientes que rechazan la alimentación.

julio yañez gonzalez-irun

Medicina de familia.

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