Cuidador (IV). Estimulacion cognitiva, para que el enfermo "piense un poco"
Parece demostrado que el paciente con demencia senil, "cuanto más use la cabeza, mejor"; es decir, la ausencia de actividad cognitiva (mental, intelectual) favorece el que la enfermedad vaya "más rápido".
El cuidador puede llevar a cabo múltiples acciones para intentar garantizar una buena calidad de vida al paciente y para contribuir a enlentecer la progresión del trastorno.
Se pueden realizar ejercicios que consiguen estimular el desarrollo cerebral, mejorando la atención y el lenguaje (adivinanzas, actividades físicas o baile, relatos de cuentos o reuniones sociales con familiares y amigos…).
Además, es básico encontrar un punto intermedio entre lo que aún puede hacer el enfermo y su propia seguridad, teniendo siempre en cuenta los dos aspectos al mismo tiempo.
Todo esto ha de hacerse de forma progresiva conforme avance la enfermedad y con especial cuidado para no interferir en la autoestima, la autonomía y la dignidad del paciente.
La llamada "estimulación cognitiva" abarca un conjunto de actividades destinadas a hacer que el enfermo con demencia senil utilice más la memoria, el pensamiento y la concentración.
Con estas actividades buscamos que el paciente mejore o, al menos, mantenga un mayor tiempo sus capacidades mentales de cara a prolongar el tiempo en que es capaz de mantener su independencia para hacer las actividades de la vida diaria y relacionarse bien con los demás.
No nos extenderemos en exceso sobre este particular porque muchos aspectos de este tema escapan al objetivo de nuestro curso.
A) TIPOS DE TERAPIAS PSICO-COGNITIVAS.
- Estimulación cognitiva propiamente dicha: estimulación para "activar" el cerebro de forma general. Son técnicas que se hacen en grupo.
- Entrenamiento cognitivo: que busca estimular solo un aspecto concreto: memoria, aprendizaje, compresión... La repetición continuada de una actividad puede mejorar o, por lo menos mantener, la capacidad mental que pretendemos estimular. Ejemplos serían: hacerle recordar repetidamente un objeto que le hemos enseñado o acostumbrarle a que intente entender para que sirven determinados objetos. Esta técnica se puede realizar en grupo o individualmente.
- Rehabilitación cognitiva: son técnicas que usamos en un enfermo concreto según sea lo que este paciente "tenga peor". Por ejemplo: centrarnos en mejorar la memoria si esto es lo más dañado que tiene este paciente...
Otra clasificación, también usada, es la que divide a estas técnicas en:
- Técnicas compensatorias: serían aquellas que quieren enseñar nuevas formas de hacer las tareas mentales que se encuentran "dañadas".
- Técnicas restauradoras: como su nombre indica pretenden restaurar la función intelectual dañada para que mejore un poco y se consiga que no se "note" tanto el deterioro sufrido por el paciente (por ejemplo, mejorar los despistes del enfermo).
Estas técnicas de intervención cognitiva las imparten personas entrenadas; se hacen, por lo general, en grupos pequeños de cuatro o cinco pacientes; normalmente duran unos 45 minutos y se suelen realizar un par de veces por semana.
B) TERAPIAS PSICO-COGNITIVAS QUE SE USAN EN LA DEMENCIA SENIL.
- Técnicas de orientación a la realidad. Se hacen en grupo, o sea, con otros pacientes con demencia. Se les aporta información actualizada sobre acontecimientos de la vida real, para mantener al enfermo informado sobre "qué ocurre a su alrededor", en su entorno y en el mundo.
- Terapia de reminiscencia. Son rev¡siones del pasado del enfermo, intentado que vaya recordando sus acontecimientos vitales. Pretendemos conseguir que el enfermo mejore su memoria, tenga más ganas de conversar, se incremente su autoestima y su satisfacción personal.
- Terapia de validación. Se estudian sus convicciones y su grado de aceptación de la realidad.
- Estimulación sensorial. Aquí entrarían, por ejemplo, la musicoterapia, los rompecabezas y puzzles, los juegos de palabras o, por ejemplo, actividades como la repostería o la jardinería.
C) EFICACIA DE LAS TÉCNICAS DE INTERVENCIÓN COGNITIVA EN LA DEMENCIA.
Nadie duda ya de lo importante que es hacer que estos pacientes tengan la mayor actividad mental posible.
Todas las actividades de las que hemos hablado (unas más y otras, lógicamente, menos) pueden mejorar la capacidad mental de los enfermos y su funcionalidad (la capacidad de seguir haciendo cosas por sí solos). Por tanto, lo que mejora, en último término, es la calidad de vida del enfermo con demencia senil.
También parece claro que su eficacia es mayor cuanto menor sea el grado de demencia senil; es decir, los enfermos con demencia leve y moderada se van a beneficiar más que los que tienen ya un grado de deterioro elevado. Dicho de otra forma, cuanto antes empecemos, mejor.
Por otra parte, su eficacia en la demencia vascular no está aún demostrada.
En lo que aún no existe un consenso claro es en qué actividades son las "mejores" y en qué grado de eficacia tiene cada una de las técnicas que hemos comentado en este capítulo. En general parece que las técnicas que buscan la estimulación general del cerebro son más eficaces que aquellas que se centran solo en aspectos concretos (por ejemplo las que solo buscan mejorar la memoria o la orientación...).
Aun quedan por resolver muchas preguntas:
- ¿Cuánto tiempo son eficaces estas técnicas desde que se empiezan a utilizar con el enfermo?
- ¿Cuánto puede llegar a mejorar un paciente?
- ¿Es útil que participe la familia del enfermo?
- ¿No habrá enfermos que se frustarán si ven que no son capaces de realizar correctamente lo que se les pide en estos programas y que, por tanto, pueden incluso sufrir un empeoramiento de su estado de ánimo o su relación con los demás?...