Cuidador (III). Ayuda al enfermo con demencia senil

1) ¿QUÉ PREGUNTAS DEBEMOS HACER AL MÉDICO DE NUESTRO PACIENTE?.

¿Cómo debo hablar con el enfermo?

  • ¿Qué tipo de palabras debo usar con él?
  • ¿Cuál es la mejor manera de hacerle preguntas?
  • ¿Cuál es la mejor manera de darle instrucciones?

¿Cómo puedo ayudarle a vestirse y asearse?

  • ¿Hay prendas de vestir o zapatos que sean más fáciles de usar?

¿Cúal es la mejor manera de reaccionar cuando la persona a la que estoy cuidando se confunde, se vuelve difícil de tratar o no duerme bien?

  • ¿Cómo puedo manejar los problemas de comportamiento y de sueño?
  • ¿Qué puedo hacer para ayudar a tranquilizarle?
  • ¿Hay actividades qué sean más propensas a agitarle?
  • ¿Puedo hacer cambios en la casa qué ayuden a mantenerle más tranquilo?

¿Qué debo hacer si la persona a la que estoy cuidando deambula sin rumbo fijo?

  • ¿Cómo puedo mantenerle a salvo cuando deambule?
  • ¿Cómo puedo impedir que salga de casa?

¿Cómo puedo evitar que se lastime en casa?

  • ¿Qué objetos debo esconder?
  • ¿Qué cambios he de hacer en la cocina o en el baño?
  • ¿Qué vigilancia especial he de hacer sobre su medicación?

¿Cuáles son los signos de que la conducción se está volviendo peligrosa?

  • ¿Con qué frecuencia debe el enfermo pasar el reconocimiento médico del permiso de conducir?
  • ¿Cómo puedo disminuir la necesidad de que el paciente conduzca?
  • ¿Qué debo hacer si se niega a dejar de conducir?

¿Qué alimentación debe tomar?

  • ¿Hay algún peligro del que yo deba estar pendiente mientras come?
  • ¿Qué debo hacer si se atraganta o ahoga?
  • ¿Necesita aportes suplementarios de calorías por la mayor actividad que tiene con la deambulación y con su mayor agitación?
  • ¿Por qué adelgaza tanto?
  • ¿Por el hecho de olvidarse de comer y beber ocasionalmente existe más riesgo de desnutrición y/o deshidratación?

 

2) AYUDA CON LA PÉRDIDA DE MEMORIA.

Las personas con demencia pueden recurrir a múltiples trucos para acordarse de las cosas que han de recordar. Veamos algunos ejemplos:

  • Puede ser aconsejable darle al paciente una hoja con las actividades que ha de hacer ese día y repetírsela en varias ocasiones a lo largo de esa jornada.
  • Podemos dibujarle mapas sencillos si ha de salir a la calle.
  • Debemos procurar que vaya siempre por la calle con sus datos personales apuntados.
  • Conviene ayudarle a desarrollar hábitos y rutinas que le sean fáciles de seguir (por ejemplo, ir siempre por las mismas calles), procurando mantener un horario lo más constante posible. También se aconseja dejar siempre los objetos del hogar en los mismos sitios.
  • Debemos apuntar sus citas y otras actividades pendientes en una agenda o calendario. Lo ha de mantener en un lugar bien visible, por ejemplo, al lado de la cama.
  • Es conveniente ponerles mensajes por la casa, en sitios donde los vean bien; por ejemplo en el espejo del baño, al lado de la cafetera o cerca del teléfono.
  • Hay que etiquetarle los artículos importantes; usaremos etiquetas de colores.
  • Además, es importante mantener una lista de teléfonos importantes cerca de su teléfono.
  • Es muy positivo tener relojes y calendarios bien visibles en la casa, para que el enfermo permanezca bien orientado con respecto a la hora y la fecha.
  • Si el enfermo se frustra con una actividad, es conveniente cambiar a otra.
  • Hoy en día existen, además, programas de intervención sobre las actividades de la vida diaria para mejorar la funcionalidad de estos enfermos y disminuir la sobrecarga del cuidador a medio plazo, tanto en sujetos institucionalizados (en residencias, por ejemplo) como en enfermos en su domicilio.

 

3) CONSEJOS PARA HABLAR CON UN ENFERMO CON DEMENCIA.

  • Mientras se dialoga con el paciente es muy conveniente limitar las distracciones y el ruido: apagar radios y TV, cerrar cortinas, trasladarse a un cuarto más silencioso… es muy importante que el enfermo se concentre, si se quiere que recuerde bien algo.
  • Para evitar sorprender al enfermo, tratar de establecer contacto visual con él, antes de tocarle o hablarle.
  • Siempre que dialoguemos con él hay que avisarle antes de cambiar de tema de conversación.
  • Usar palabras y frases simples; hablar lentamente y en voz baja (elevar la voz no ayuda). Si es necesario, repetir sus palabras.
  • Debemos hacerles preguntas sencillas, para que puedan contestar "sí" o "no". Hemos de darles opciones de respuesta claras y ponerles señales visuales indicándolas con el dedo, o sea, señalando. 
  • Evitar pronombres como él, ella, ellos (esto les puede confundir).
  • Cuando les demos instrucciones debemos desglosarlas en frases cortas y simples; además conviene darles tiempo para que las puedan entender bien.
  • Usar nombres y lugares que la persona conozca.
  • Hay que hablarles como si fueran adultos. No conviene hacerles sentir como niños, ni fingir que se les entiende cuando no es así.
  • Aunque recuerden hechos erróneamente, no conviene corregirles.
  • Hay que pedirle al paciente que, cuando mantenga una conversación con otra persona, le diga a su interlocutor que repita lo que le ha dicho en dos ocasiones. También conviene que repita él mismo dos veces todo lo que oiga de otras personas.
  • Hay que tratar de hacerle hablar sobre cosas que le atraigan. A muchos enfermos con demencia les gusta hablar acerca del pasado y suelen recordar los hechos distantes en el tiempo mejor que los más recientes.

 

4) DIEZ MANERAS DE MANTENER SU MENTE ACTIVA (CONSEJOS DE LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE ALZHEIMER).

  • La cabeza antes que nada. La buena salud empieza por la cabeza. El cerebro necesita permanente cuidado y mantenimiento.
  • La salud mental se siente con el corazón. Lo que es bueno para el corazón es bueno para el cerebro. Hay que controlar y reducir el riesgo de enfermedades cardiacas, controlar la tensión alta, la diabetes...
  • Los números cuentan. Mantener el peso, la tensión arterial, el colesterol y los niveles de azúcar, bien controlados
  • Controlar lo que come. Alimentarse con menos grasa y tomar comidas ricas en antioxidantes como fresas y espinacas.
  • Hacer ejercicio. Una simple caminata diaria de media hora le ayudará a mantener el cuerpo en forma.
  • Mantener la mente activa. Leer, escribir, aprender cosas nuevas y practicar juegos de destreza mental (como el ajedrez o el dominó).
  • Hacer vida social. Hablar con otras personas, trabajar como voluntario, formar parte de un club, recibir clases (pintura, confección…).
  • No pierda la cabeza. Protegerse de otras lesiones: usar los cinturones de seguridad del coche, no dejar cosas en el suelo que puedan provocar caídas…
  • Use la cabeza: diga no a los malos hábitos. No fumar, no beber en exceso, no consumir drogas ilegales…
  • ¡Empezar hoy mismo!

julio yañez gonzalez-irun

Medicina de familia.

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