El Plan Integral
En el contexto de lo visto hasta ahora, puede surgir una pregunta totalmente razonable: ‘Y después… ¿Cómo seguir?’.
Sobre esto, sólo algunas puntualizaciones:
- Los primeros encuentros, como se dijo, se diseñan sobre la base de la sintomatología habitualmente común a cualquier persona bajo estrés (sueño nocturno deficiente, cansancio, mayor ansiedad, vaivenes en el humor y algunas molestias corporales); teniendo en cuenta las respuestas que el paciente dio a las preguntas del cuestionario inicial, y el discernimiento y conclusiones iniciales del propio Facilitador.
- Estas sesiones del principio, dependiendo de la evolución, difícilmente implican más de cinco o seis encuentros, resultando todo ello (si se ha procedido correctamente) en una notable mejoría de la persona en cuanto al control del estrés, aún cuando subsistan (en niveles menores) aspectos que hacen a la condición humana misma, como por ejemplo la ‘ansiedad’.
- Las consecuencias especiales del estrés (por llamarlas del algún modo) en ciertas personas (dolores de cabeza, sobrepeso, alergias, problemas con la sexualidad, etc.), si aún se mantienen después de las primeras sesiones, implicarán que el Facilitador (como lo hizo al principio del proceso), anexe y diseñe encuentros adicionales para abordar –progresivamente- las distintas situaciones, siguiendo la metodología ya descrita.
- No obstante ello, es posible (y conveniente) que puntualmente ‘repita’ algunas sesiones de la fase inicial, sea volviendo a introducir temas ya abordados; sea proponiendo una nueva escucha (en el tercer sillón) de algún material ya utilizado anteriormente (como por ejemplo, el de Relajación General), o ambas cosas en un mismo encuentro.
Sin perjuicio de lo dicho, finalizado aceptablemente ‘el proceso global’ diseñado por el Facilitador, conviene que -aún así- acuerde con la persona un encuentro posterior (a treinta, cuarenta y cinco o sesenta días, contando a partir de la última sesión planificada), a fin de darle cierta ‘continuidad preventiva’ para que no recaiga en un cuadro de estrés tan importante como el que la impulsó a venir por primera vez.
Ahora bien. Como se ha venido insistiendo a lo largo del curso, en todo el proceso de una persona para controlar el estrés, jugará un papel importante la reflexión, el estudio, la investigación personal y la creatividad del propio Facilitador.