El Gabinete

El diseño del lugar físico donde el Facilitador para el Control del Estrés podrá sostener los encuentros con las personas que le pidan su ayuda, y que en adelante llamaremos Gabinete, no guarda mayores secretos.

Sin embargo, conviene atender a algunos detalles.

1. Se sugiere un espacio no inferior a unos diez o doce metros cuadrados, con fácil acceso a un sanitario, decorado o pintado con colores (combinados o no) que, desde el punto de vista psicológico58, trasmitan relajación, esperanza, que disminuyan la impaciencia pero –al mismo tiempo- que favorezcan la comunicación y el equilibrio, como por ejemplo, el verde claro, el verde manzana, el blanco, el azul apenas atenuado, el naranja, etc.

 

2. Si tiene ventanales que dan a la vereda o a la calle, conviene utilizar cortinados agradables no ostentosos, a fin de evitar posibles distracciones. El exceso de luz que viene del exterior y los movimientos de vehículos o personas, suelen incomodar a las personas que concurren para encontrar ayuda.

En el mismo sentido, conviene que la iluminación interior conste de dos intensidades diferentes. Una luz principal, como la de cualquier habitación doméstica, aunque en este caso para ser utilizada sólo en las ocasiones que así lo requieran; y otra, más atenuada (como la que brinda un velador de pie), como iluminación permanente durante el encuentro, a fin de generar cierto clima de sobriedad, tranquilidad e intimidad.

 

3. En cuanto al mobiliario, conviene que sea sencillo en cuanto a sus formas (nada extravagante que pueda intimidar) pero agradable en su presentación, comodidad y disposición.

Por ejemplo, para sostener las conversaciones y charlas, conviene utilizar dos sillones simples y confortables, enfrentados entre sí, con una simple mesita ratona en medio, cuidando que exista la suficiente distancia para ubicar los pies. Este conjunto debería ocupar cierta centralidad en el gabinete.

 

4. Dando el respaldo a una de las paredes laterales, es aconsejable disponer una o dos sillas adicionales de menor porte. Sucede que, en ocasiones, cuando la persona que solicita ayuda es menor de edad, los padres suelen exigir estar presentes en el encuentro. No es lo ideal, pero están en su derecho.

 

5. Además, conviene aprovechar algunas de las esquinas formada por el encuentro de las paredes. En una de ellas puede disponerse, por ejemplo, un pequeño mueble con algo para invitar (café, agua, etc.). Esto suele agradar y relajar a las personas; y ayuda a no exacerbar el grado de formalismo. En otra de las esquinas, conviene tener la posibilidad de ubicar algunos de los elementos de trabajo más utilizados (bolígrafos, hojas en blanco, la ficha del paciente59, pañuelos descartables, un tensiómetro60, etc.).

 

6. Otros aspectos a tener en cuenta son la ambientación y ornamentaciónEn cuanto a lo primero, se sugiere evitar el ‘silencio absoluto’ en el gabinete durante el encuentro. Es conveniente, por ejemplo, que se tenga la posibilidad de escuchar melodías instrumentales a muy bajo volúmen.

En la misma línea, es importante aromatizar adecuadamente el ambiente, a menos que el paciente (anteriormente) haya manifestado algún tipo de alergia a olores o perfumes.

En cuanto a la ornamentación, no es aconsejable exhibir cuadros o símbolos (a no ser que se trate de diplomas o certificados del Facilitador) para no correr el riesgo de que alguno de ellos incomode al paciente. En cambio, sí sería una buena idea adornar el ambiente con plantas pequeñas, aunque sean artificiales.

 

7. El tercer sillón. Más arriba se han mencionado dos sillones enfrentados, para ser ocupados por el Facilitador y la persona.

Este tercer sillón (sobre cuya función se hablará más adelante), convendría que sea más amplio, más cómodo y reclinable en distintas posiciones. El criterio para su ubicación queda sujeta a la creatividad del Facilitador, con la sola condición de que no ocupe un espacio central en el gabinete.

 

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(58) La psicología del color como campo de estudio orientado a examinar el efecto de los colores en la percepción y en la conducta humana, todavía puede ser considerada -en el marco de la psicología contemporánea- como una disciplina que está dando sus primeros pasos. Ello no impide, sin embargo, atender a algunas de sus sugerencias.

 

(59) Se utiliza el término ‘paciente’ simplemente en la acepción de “aquel que padece de algo”. Sobre el sentido de una ficha o legajo para cada uno, se detallará más adelante.

 

(60) En algunos casos, la persona suele solicitar –por diversos motivos- que se le tome la presión arterial. Por esto, es conveniente que el Facilitador aprenda a utilizar el instrumento adecuado para tal fin.

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WALTER EDGARDO ECKART

Estudios de Teología y Filosofía. Escritor. Facilitador para el Control del Estrés

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