Amor a la camiseta
Contra toda lógica, la gente no trabaja en primer lugar por el sueldo que va a percibir. La gente trabaja con entusiasmo, con gusto y con entrega; en una empresa donde recibe respeto, consideración y buen trato; donde se le escuche y se tome en cuenta su opinión (no importa el trabajo que desempeñe; limpieza, vigilancia, jardinería, estibador, supervisión, gerencia, etc.). Hay un dicho que dice: «Perros, Hijos y Maridos, por sus obras son queridos». Ser cortés, amable, comprensivo y justo; es el camino más corto y efectivo para hacer equipo. Y entonces no es de extrañar que su equipo de colaboradores ame a su trabajo y a su empresa, y que usted sea su líder; un jefe que estiman y respetan.
El amor a la camiseta no es cuestión de buena suerte, de miedo o de un sueldo alto; es el resultado de una ley universal: Causa y Efecto; que empieza y termina con buena actitud y buena voluntad.
Colofón de este capítulo: Amor son acciones y no buenas razones