Contaminación de los alimentos

El Código Alimentario Español, (C.A.E) define como ALIMENTO ALTERADO, “todo aquel que durante su obtención, preparación, manipulación, transporte, almacenamiento o tenencia, y por causas no provocadas deliberadamente, haya sufrido tales variaciones  en sus características organolépticas, composición química o valor nutritivo, que su aptitud para la alimentación haya quedado anulada o sensiblemente disminuida, aunque se mantenga inocuo”, como por ejemplo el queso roqueford.

La alteración de un alimento puede estar provocada por una contaminación del mismo. Así el C.A.E. define ALIMENTO CONTAMINADO, “aquel que contiene gérmenes patógenos, sustancias químicas o radiactivas, toxinas o parásitos capaces de producir o transmitir enfermedades al hombre o a los animales”, como por ejemplo los problemas de la mayonesa.  No será obstáculo a tal consideración, la circunstancia de que la ingestión de tales alimentos no provoque trastornos orgánicos en quienes los hubieran consumido.

Es imprescindible para la salud y bienestar de los individuos la inocuidad de los alimentos. Estos, manipulados inadecuadamente, son medios excelentes para el desarrollo de los gérmenes, causa principal de su deterioro y peligrosidad para el que los ingiere.

Los gérmenes encuentran en los distintos alimentos, las sustancias nutritivas y condiciones ambientales necesarias para crecer y multiplicarse.

Dependiendo del alimento de que se trate, el riesgo de alteración variará en mayor o menor grado. Así, se puede hacer la siguiente clasificación:

Alimentos perecederos: aquellos que se alteran fácilmente en un corto periodo de tiempo, por lo que necesitan unas condiciones especiales de conservación. Ejemplos:

Leche pasteurizada

Queso fresco

Carne y productos cárnicos

Huevos y derivados

Pescados y mariscos

Alimentos estables: aquellos que por su naturaleza o método de conservación permanecen inalterados durante un largo periodo de tiempo. Ejemplos:

Pastas

Azúcar

Conservas

Harinas

Legumbres

 

Alimento semiperecedero: son estables durante un periodo limitado de tiempo, necesitando también condiciones especiales de conservación aunque no tan estrictas como los primeros:

Semiconservas

Productos congelados

 

3.1 LOS GERMENES Y LOS ALIMENTOS

Para intentar evitar la contaminación de los alimentos es fundamental conocer las formas en que los gérmenes llegan a los alimentos.

Se debe comenzar por definir lo que son las fuentes de infección como los lugares donde se encuentran los gérmenes contaminantes, representados principalmente por:

            El hombre

Los animales

El medio ambiente

Por lo que respecta  al hombre y animales puede tratarse de individuos enfermos, que se muestran con síntomas correspondientes al germen que los infecta, pero otras veces se trata de individuos que tienen gérmenes patógenos en su organismo sin que aparezca en ellos ningún síntoma de enfermedad. A estos últimos se les llama PORTADORES SANOS, y se caracterizan por tener una infección latente, en fase de incubación, en fase de convalecencia, o crónica, que les hace eliminar gérmenes por las heces o por las secreciones de boca y nariz. Estos PORTADORES SANOS, (personas o animales) son especialmente peligrosos, al no manifestar ningún síntoma que nos alerte.

            Otros mecanismos de transmisión tienen su origen en el medio ambiente, tales como el contacto con tierras de labor contaminadas (hortalizas), utilización de aguas contaminadas para lavar los alimentos, o el paso de algunos gérmenes presentes en el intestino de los animales a sus masas musculares y vísceras en las manipulaciones efectuadas durante el sacrificio y faenado del ganado.

Dependiendo de que, entre la fuente de infección y el alimento, intervenga un vehículo de transmisión o no (insectos, utensilios, nuestras manos,...) se hablará de TRANSMISIÓN INDIRECTA O DIRECTA respectivamente. En el cuadro siguiente se detallan ejemplos de estos dos tipos de transmisión en la contaminación de alimentos.

 

 

3.2.-CONDICIONES QUE FAVORECEN EL DESARROLLO Y MULTIPLICACIÓN DE LOS GÉRMENES

Una vez que el germen ha llegado al alimento, si este encuentra unas condiciones favorables, podrá desarrollarse y multiplicarse. Dichas condiciones actúan como factores contribuyentes muy importantes, en la posibilidad de aparición de una infección o intoxicación alimentaria.

No siempre se puede evitar que los alimentos lleguen ya contaminados, pero si impedir que los gérmenes se multipliquen, que es lo que realmente convierte a un alimento en peligroso para el consumidor.

Como factores contribuyentes más importantes, cabe destacar:

1.- TEMPERATURA: La temperatura óptima para el crecimiento y multiplicación de la mayoría de los gérmenes oscila entre 35ºC y 40ºC. A medida que las temperaturas se separan de esos valores, tanto en más como en menos, se dificulta su desarrollo.

A partir de 65ºC comienzan a alterarse, y a la temperatura de ebullición del agua, 100ºC subsisten tan sólo unos minutos.

Por debajo de 4ºC se inhibe su desarrollo, pero no mueren.

2.- HUMEDAD: un ambiente húmedo siempre favorece el crecimiento de los gérmenes.

3.- COMPOSICIÓN DEL ALIMENTO: dependiendo de esta, un alimento será más o menos favorable para el desarrollo de los gérmenes. Estos, como todo ser vivo, necesitan los nutrientes necesarios para desarrollarse, y los alimentos son una fuente perfectamente válida.

Como ejemplo de alimento muy favorable para el desarrollo de los gérmenes, se puede destacar el huevo.

El pH del alimento condiciona el desarrollo de los gérmenes. Así, en los alimentos con un Ph muy ácido (por debajo de 4,5) como el tomate en conserva, boquerones en vinagre..., el desarrollo de los gérmenes es prácticamente imposible.

 

4.- TIEMPO: interrelacionado con los anteriores, ya que cuanto más tiempo esté un alimento expuesto a las condiciones idóneas antes citadas, mayor probabilidad habrá de que los gérmenes presentes en él puedan desarrollarse y multiplicarse.

            Por tanto, un alimento con mucha agua, alta cantidad de proteínas y una baja acidez, se descompondrá más rápidamente que otros.

3.3.-TIPOS Y VIAS DE CONTAMINACIÓN

            Los principales son:

  1. Elemento humano.

De difícil control.

Figura en primera línea en una valoración higiénica.

El ser humano en masa, no es limpio.

Es frecuente que en las operaciones industriales en gran serie, el alimento sea manipulado por personal ignorante de los principios básicos de la higiene.

Un ambiente de limpieza evidente y la exigencia de pulcritud en la vestimenta de trabajo, contribuyen decisivamente en el comportamiento higiénico de los operadores.

Los certificados de manipuladores de alimentos no garantizan el buen comportamiento de los empleados.

B) Roedores

Un control sanitario efectivo pasa por la eliminación de los roedores.

Evidenciar la presencia de roedores a través de sus excretas, pelos, huellas, mercancías dañadas, exige una cuidadosa atención en cada inspección sanitaria bien realizada.

No dar facilidades, acumulando restos inservibles que les den cobijo.

Si su presencia no puede evitarse totalmente, proteger los almacenes de materias primas y productos manufacturados.

C) Insectos

Particularmente, la presencia de moscas en gran número significa ausencia de higiene.

Las moscas, portadoras de suciedad e infección, son una amenaza real para mantener las condiciones de higiene.

Las moscas descubren la existencia de materias primas en putrefacción o descomposición, en las cuales se reproducen.

Se debe detectar la fuente y actuar sobre ella. El laboratorio puede confirmar la contaminación localizando fragmentos de insectos en el producto acabado.

            D) Utensilios y equipo

La suciedad sobre utensilios y equipos reflejan la falta de control sanitario.

El estado de limpieza de utensilios y equipos depende de las facilidades que haya para su limpieza y particularmente de las disponibilidades de agua.

El uso de desinfectantes químicos como las soluciones de hipoclorito están muy extendidas, pero no está claro si deben aplicarse sobre superficies limpias, en que concentración y el tiempo adecuado.

E) Agua

Es el elemento de trabajo indispensable en la Industria Alimentaria

Su condición de potabilidad es un requisito que por elemental no debe dejar de mencionarse cuando hablamos de condiciones higiénico-sanitarias.

Un control adecuado del abastecimiento de aguas pasa por:

Análisis físico-químico y bacteriológico periódico.

Estudio de su emplazamiento.

Establecer medidas de seguridad contra su contaminación.

 

F) Materias primas

En un programa de higiene, debe tenerse en cuenta la defensa de las materias primas empleadas mediante planes que garanticen:

Abastecimiento de materias primas intachables.

Previsión de todos los recursos necesarios para su no contaminación una vez en fábrica.

G) Aire/polvo

Los mohos suspendidos en el aire pueden ser causa de graves problemas, sobre todo en locales cuyos techos y paredes están húmedos constantemente, con lo que se convierten en un medio que favorece de manera ostensible la proliferación de dichos mohos.

3.4.- COMO EVITAR LA CONTAMINACIÓN Y/O MULTIPLICACIÓN DE LOS GERMENES EN LOS ALIMENTOS.

Los alimentos, ya en el momento en que se adquieren, pueden estar contaminados por gérmenes como se explicaba en apartados anteriores (aguas y tierras de labor contaminadas, animales enfermos,...).

No es función del manipulador realizar una inspección de los alimentos que vaya a utilizar o adquirir, pero sí comprobar que estos han sufrido la correspondiente inspección sanitaria que vendrá avalada mediante acreditación de origen: etiquetas, marchamos, sellos, etc. Por ello, una medida importante,  a la hora de adquirir las materias primas que se vayan a utilizar es dirigirse siempre a los cauces comerciales ordinarios, huyendo de cualquier otro que resulte sospechoso o incapaz de garantizar la procedencia del producto.

Aun así, si el alimento llega a nosotros contaminado, impidiendo la multiplicación de los gérmenes, se evitará que el alimento se deteriore siendo un riesgo para el consumidor, ya que los gérmenes sólo suponen un peligro cuando se encuentran en los alimentos en un número muy elevado.

 

3.5.- PRACTICAS ENCAMINADAS A EVITAR LA CONTAMINACIÓN DE LOS ALIMENTOS.

Una correcta presentación mediante vitrinas, de los productos que estén expuestos a una posible contaminación por gérmenes procedentes de la boca o nariz de manipuladores, insectos, etc.

Preparación de los alimentos con la menor antelación posible a su consumo, disminuyendo así el tiempo de exposición a posibles contaminaciones.

Almacenamiento correcto de los alimentos (tanto frigorífico como no frigorífico), con separación neta entre loa alimentos susceptibles de sufrir una contaminación cruzada: NO ALMACENAR ALIMENTOS CRUDOS CON COCINADOS.

Proteger los alimentos almacenados mediante envolturas de material inocuo o envases herméticos.

Una correcta higiene personal por parte del manipulador, que se detallará más adelante.

Mantener un correcto estado de limpieza, de instalaciones y utensilios utilizados durante la manipulación

 

3.6.-PRACTICAS ENCAMINADAS A EVITAR LA MULTIPLICACIÓN DE LOS GERMENES QUE PUEDAN ESTAR PRESENTES EN UN ALIMENTO.

Mantener en condiciones de refrigeración o congelación (según el caso) todos los alimentos perecederos y semiperecederos:

Tener en cuenta la capacidad frigorífica de que se dispone para no sobrecargar las cámaras, ya que se prolongaría el tiempo preciso para alcanzar el enfriamiento necesario (2ºC a 8ºC para alimentos refrigerados y –12ºC a –25ºC para congelados) pudiendo darse la multiplicación de los gérmenes.

Es necesario contar con un control termométrico (termómetro) para detectar oscilaciones en las temperaturas de refrigeración y congelación que influyan negativamente en las condiciones de conservación de los alimentos.

Una parada o avería de suficiente duración para que la temperatura sobrepase los valores antes citados, puede dar lugar  a la alteración de los alimentos almacenados y obligarnos a prescindir de ellos.

Los alimentos congelados que  vayan a utilizarse, deben descongelarse en frigorífico o en horno microondas. Nunca a temperatura ambiente.

No recongelar alimentos ya descongelados.                  

A temperatura ambiente: conservas, otros alimentos de larga duración.

(+2/+8ºC): alimentos sensibles como leche, cremas, productos cárnicos, pescado, mariscos.

(-12ºC): productos congelados que no necesitan un periodo de congelación superior a tres días.

(-18ºC) o más frío: productos congelados que necesitan un periodo de congelación superior

(-25ºC) o más frío: congelación de alimentos frescos.

                                                                                                                                            

Al igual que para evitar la contaminación, se impedirá la multiplicación de los gérmenes, preparando los alimentos con la menor antelación posible a su consumo.

Mantener los alimentos cocinados para consumo inmediato, hasta el momento de servirlos, sometidos a la acción del calor (horno, fuego, ...) que asegure una temperatura no inferior a 70ºC en el centro de la masa. Nunca dejarlos a temperatura ambiente.

No recalentar en más de una ocasión, ni almacenar (incluso en frigorífico) los alimentos recalentados.

 

3.7.-INFECCIONES E INTOXICACIONES ALIMENTARIAS

Las infecciones e intoxicaciones alimentarias son enfermedades producidas por la ingestión de alimentos contaminados por gérmenes patógenos. Estas enfermedades pueden ser de dos tipos:

Enfermedades de tipo infectivo: provocadas por los gérmenes vivos que se han desarrollado y multiplicado en el alimento. Su poder patógeno reside en el propio germen. Este tipo de enfermedades reciben el nombre de INFECCIONES ALIMENTARIAS.

Enfermedades de tipo tóxico: provocadas por la ingestión de sustancias elaboradas por ciertos gérmenes al desarrollarse y multiplicarse sobre el alimento. Estas sustancias reciben el nombre de toxinas y son las responsables del poder patógeno de este tipo de gérmenes. Estas enfermedades son las llamadas INTOXICACIONES ALIMENTARIAS.

Para que se produzca una infección o intoxicación alimentaria deben estar presentes, al menos, los tres elementos siguientes:

            Germen causante

            Transporte o vehículo para que llegue al alimento

Persona receptora del germen al ingerir el alimento

Como se explicaba anteriormente, el germen causante puede estar en los alimentos desde su origen, en el medio ambiente o en el propio manipulador.

Para que este germen llegue al alimento, y posteriormente a la persona, necesita un vehículo o transporte (utensilios sucios, manos del manipulador, corrientes de aire, ...).

Y por último, tiene que existir el receptor del alimento contaminado o persona que lo come.

            En este ciclo, el manipulador de alimentos puede actuar como fuente de infección y como vehículo de transporte. Por ejemplo:

Al manipular un pollo contaminado y no lavarse las manos después, si posteriormente se toca algún alimento que este listo para servir, el germen llegará a la persona que lo coma pudiendo provocarle una infección o intoxicación.

De la misma manera, si es el manipulador la fuente de infección (portador sano), no lavarse las manos después de ir al aseo también podrá contaminar los alimentos que manipule y provocar en las personas que los ingieran una enfermedad alimentaria.

Es importante repetir, que un alimento contaminado por gérmenes patógenos sólo es peligroso si estos están en gran número. Así, por ejemplo si un germen llega a una mayonesa y se deja esta a temperatura ambiente, podrá multiplicarse peligrosamente y provocar en las personas que la ingieran este tipo de enfermedades.

Por último, es importante que ante el hecho consumado de infección o intoxicación alimentaria, se proceda de la manera siguiente:

Comunicarlo de inmediato a la autoridad sanitaria correspondiente.

Tratar de recordar y anotar los menús y alimentos consumidos por el grupo de personas afectadas, así como tiempo y lugar donde se adquirieron.

Conservar, aislados y refrigerados, los restos que pueden quedar de los mismos, ya que su análisis puede ser decisivo a la hora de encontrar la causa del problema.

Colaborar con el personal sanitario en las medidas de todo tipo que haya que adoptar.

 

3.8.- NIVELES DE ACTUACIÓN PARA EVITAR LAS INFECCIONES E INTOXICACIONES ALIMENTARIAS.

Se aplicarán aquí:

Practicas encaminadas a evitar la contaminación de los alimentos

Practicas encaminadas a evitar la multiplicación de los gérmenes presentes en un alimento.

Además existe otra estrategia encaminada, no ya a evitar la multiplicación de los posibles gérmenes que haya llegado hasta el alimento, sino a destruirlos, basada en los llamados METODOS DE HIGIENIZACIÓN por aplicación del CALOR:

PASTEURIZACIÓN: consiste en someter a los alimentos a una temperatura y tiempo determinado con el fin de asegurar la destrucción de todos los gérmenes patógenos y la mayoría de los banales (no patógenos pero sí capaces de alterar un alimento). Ejemplo: leche pasteurizada, sometiendo la leche cruda a 65ºC o 75ºC durante 30 segundos o 15 segundos respectivamente.

De esta manera se consigue la destrucción de la mayoría de los gérmenes, pero no de todos, por lo que este tipo de productos deben conservarse en frío.

ESTERILIZACIÓN: igual que la técnica anterior pero a temperaturas más elevadas que aseguren la destrucción de todos los gérmenes susceptibles de desarrollarse en el alimento, lo que implica la imposibilidad de alteración. Ejemplo: leche esterilizada a una temperatura de 120ºC durante 4 minutos.

Esto es lo que se llama una “esterilización comercial” a diferencia de lo que sería una “esterilización biológica” o destrucción total de todos los gérmenes.

La aplicación del calor, desde el punto de vista culinario, es un método fundamental para asegurar la destrucción de los gérmenes capaces de producir enfermedades. La norma general sería la siguiente:

“Siempre que se cocine una alimento crudo, especialmente las carnes, pescados y huevos, o cuando se caliente un alimento preparado con antelación, debe conseguirse una temperatura en el interior de su masa nunca inferior a 70ºC.

 

3.9.- AGENTES CAUSALES Y ENFERMEDADES QUE PRODUCEN

Los principales agentes de toxiinfecciones alimentarias son:

Bacterias

Salmonella spp.

Listeria monocytogenes

Clostidium perfringens

Clostidium botulinum

Sthaphylococcus aureus

Escherichia Coli

Virus

Virus Norwalk

Virus dela Hepapitis A

Parásitos

Trichinella spiralis

Anisakis spp.

Lombrices instestinales

Tenis o solitaria

De todos ellos, se tratarán los más importantes.

Las BACTERIAS son la principal causa de las enfermedades transmitidas por alimentos. Son organismo de tamaño muy pequeño, necesitamos un microscopio para poder verlas. Algunas de ellas son:

Salmonella spp.

Es el agente causal de la salmonelosis, que son las infecciones alimentarias más frecuentes (alrededor del 50% del total). Puede vivir en el tracto digestivo del hombre y animales, así como en el huevo, también puede aparecer en verduras y frutas.

El hombre puede ser portador y eliminar bacterias por las heces durante más de un año, de ahí la importancia de la limpieza de las manos. Los alimentos que pueden contener Salmonella son: carnes, huevos (en especial la mayonesa), leche y productos lácteos no tratados.

Las carnes se contaminan por contacto con las vísceras del propio animal, por superficies, tablas de corte, útiles de cocina y el uso de aguas no suficientemente tratadas.

Los síntomas que produce una infección por Salmonella son principalmente digestivos, pudiendo incluso causar la muerte. Es muy importante evitar el consumo de productos crudos ya que la bacteria se destruye por el calor.

Listeria monocytogenes

Es el agente causal de la listeriosis que cursa con fibre, dolores musculares y trastornos digestivos. Los alimentos se contaminan por las manos sucias de un manipulador con la enfermedad.

Afecta principalmente a la leche, los quesos, las aves de corral, las hortalizas, etc.

Clostridium perfringens y Clostridium botulinum

Son bacterias que crecen en ausencia de oxígeno, por lo que suelen aparecer en conservas y en alimentos envasados al vacío. Además, son capaces de formar esporas muy resistentes al calor.

Cuando las esporas germinan liberan unas potentes toxinas causando toxiinfecciones alimentarias.

De éstos el más peligroso es el C. botulinum cuya toxina es uno de los venenos más potentes que se conoce, y produce la muerte por parálisis respiratoria.

Esta bacteria podemos encontrarla en conservas y en alimentos al vacío. Su presencia produce que las latas de conserva y los envases al vacío se hinchen, por lo que cuando observemos esto en ellos no los usaremos y o bien los desechamos, o bien se los devolvemos al proveedor.

Staphylococcus aureus

Se encuentran a menudo en la nariz, la garganta y las manos de las personas sanas (en las mucosas). Podemos ser portadores sanos de ellos, eso quiere decir que podemos tenerlos en las mucosas y no tener síntomas, pero a través de la manipulación podemos pasarlos a los alimentos y las personas que los ingieran padecer una enfermedad alimentaria.

La mayor parte de los brotes se producen por la contaminación directa de los alimentos a través de las manos de los manipuladores. Las bacterias se destruyen fácilmente por el calor pero sus toxinas son muy resistentes al calor.

Escherichia coli

Es el agente causal de las colitis hemorrágicas. Vive en el intestino del hombre y los animales. Los alimentos se contaminan por contacto con vísceras de animales, por las manos de los manipuladores y por aguas no tratadas. Es sensible al calor por lo que se elimina durante la cocción de los alimentos.

Produce náuseas, vómitos, diarrea, deshidratación y temperatura inferior a lo normal.

Otra clase de enfermedades transmitidas por alimentos son las producidas por VIRUS. Los virus son un gran grupo de microorganismos que tienen un tamaño muy pequeño, más pequeño que el de las bacterias.

Los PARÁSITOS que producen enfermedades transmitidas son mucho más grandes que las bacterias. Algunos crecen en el tracto gastrointestinal del hombre y de los animales paro otros están en los tejidos de los animales utilizados en la alimentación humana.

Uno de ellos:

Anisakis spp.

Es un parásito de peces que se encapsula en el tejido muscular y vísceras  de algunos peces y llegan al hombre por la ingesta de pescado crudo o poco cocido parasitazo. Cuando el hombre se infecta por Anisakis, las larvas penetran en la mucosa gástrica e intestinal y las inflaman, provocando alteraciones gástricas que pueden llegar a la oclusión intestinal. Hay que tener cuidado porque el ahumado, la conservación en vinagre y la salazón ligera no matan las larvas de Anisakis. Sin embargo, se puede garantizar su muerte por congelación durante más de 24 horas y por cocinado del pescado a más de 60ºC.

En el caso del consumo de boquerones crudos, los limpiaremos y congelaremos antes de su preparación durante 24 horas. Tras ello, los descongelaremos en refrigeración y los prepararemos como se hace habitualmente.

Mª Del Pilar Marín Hernández

LICENCIADA EN QUÍMICA

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