Conclusión. Elige, Insiste y Asegúrate

A lo largo de las lecciones de este curso has conocido las diferentes técnicas de estudio y cómo llevarlas a cabo. Ahora te toca a ti poner tu parte.

Lo primero que deberás hacer es elegir las técnicas más adecuadas de acuerdo a tus objetivos y dependiendo de las asignaturas que estés estudiando. Cuando te expliqué las diferentes técnicas, te especifiqué las fortalezas de cada una; así que sólo tienes que revisar bien esa información para conseguir un uso óptimo. Empieza por seguir los pasos al pie de la letra, y conforme vayas teniendo más práctica podrás ir desarrollando métodos personales que a ti te resulten más cómodos.

Debes tener en cuenta que, como ya te dije en la Introducción de este curso, aún no eres especialista en el uso de técnicas de estudio; necesitas practicar. Al principio te resultará un poco pesado estar acordándote de lo que debes hacer, pero poco a poco irás haciéndolo de manera automática. Has aprendido los principios básicos; si los aplicas bien, irás viendo mejores resultados de lo que crees en menos tiempo del que esperas.

Y hay una última recomendación que me he reservado para el final. Plantéate la pregunta: ¿cuándo debo dar un tema por estudiado? Los repasos que planeaste te irán dando pistas de cuánto sabes, pero la respuesta definitiva debe ser: cuando sea capaz de explicarlo por completo a otra persona, sin necesidad de estar mirando el libro o los apuntes. Si no tienes a nadie dispuesto a escuchar una explicación, "explícaselo a tu pared"; como sea, conviértete en profesor por un momento y escúchate explicando, porque ese estímulo auditivo te ayudará a fijar tus conocimientos.

Finalmente, y contrariamente a lo que se suele decir antes de un examen, no confíes en la suerte; ten paciencia, ánimo y confía en lo que sabes.