El tono y el volumen

Se entiende por tono a la cantidad de movimiento que se produce en las cuerdas vocales, es decir, el número de vibraciones que tiene lugar en ellas cuando realizamos el ejercicio de hablar.

El tono de nuestro habla se encuentra ligado a la agudeza o gravedad de la voz, que a su vez va unido al volumen (alto o bajo) que empleamos.

Una vez que manejemos con destreza las técnicas de habla y lectura vistas en los anteriores temas, es muy importante lograr un tono y un volumen adecuado, de manera que una vez logrado será el que utilicemos a partir de ahora en toda locución de mensaje o discurso ante un público.

El tono y el volumen de la voz

 

Para educar nuestro tono y encontrar el timbre adecuado debemos conocer el nivel de gravedad o agudeza de nuestra voz. Es importante recordar que no existe tono o timbre de voz que no se pueda mejorar. Para ello, es importante realizar ejercicios con la garganta emitiendo un único sonido que oscile desde el tono más agudo que logremos alcanzar, hasta el más grave.

Ejemplo de ejercicio:

  • Emitir el sonido de la vocal /a/ desde el tono más agudo hasta el más grave.

Con este ejercicio logramos algo que normalmente no solemos realizar, escuchar diferentes facetas de nuestra voz a la que no estamos acostumbrados, y de esta forma, encontrar el tono y timbre que más se adecúe a nuestra estructura y que más embellezca nuestro mensaje.

Al igual que el tono, debemos regular el volumen de nuestra voz para no saturar con un timbre demasiado elevado, o de lo contrario, forzar el oído del receptor con un tono demasiado leve.

Para garantizar que hemos encontrado con seguridad el tono y el volumen adecuado para una correcta sonorización de nuestro mensaje, es importante realizar diferentes y numerosas grabaciones de voz de un mismo texto hasta que encontremos el tono adecuado, y practicarlo cuantas veces sea necesario para que con el tiempo y la práctica, seamos capaces de aplicar dicha entonación de forma automática a la hora de exponer un discurso público o de realizar la locución de un texto, aplicando incluso matices que inspiren seriedad, firmeza o rotundidad en función del público al que nos dirijamos.

El control del tono es fundamental para transmitir ciertos aspectos como la seguridad, la madurez o la rotundidad de nuestras palabras.

María Bengoa Puente

Periodista freelance- Redactora- Locutora- Community Manager y Social Media Manager

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