El esquema corporal
Podemos definir esquema corporal como la representación que tenemos de nuestro propio cuerpo, de las partes corporales, de sus posibilidades de movimiento y acción, así como de sus diferentes limitaciones.
La representación del esquema corporal y de las relaciones medio-cuerpo se va construyendo mediante un largo proceso de ensayo y error, mediante la experiencia que niños y niñas tienen con su cuerpo y de las vivencias que con el se tienen, es un proceso gradual, consecuencia de la maduración y de los aprendizajes.
Una vez conocido el esquema corporal los niños/as van a ser capaces de ajustar sus acciones a sus propósitos, como por ejemplo saber la fuerza que tienen que aplicar al coger un juguete pesado, o poder llevarse la cuchara a la boca.
Más tarde y debido al mayor conocimiento del cuerpo y del espacio, los niños/as van a ser capaz de tirar bolas de papel a papeleras que están lejos, quitarse manchas de la cara o coger juguetes del suelo, por ejemplo, debajo de la cama sin mirar, solo alargando el brazo.
En la construcción del esquema corporal es necesario el contacto social, lo vivencial. De hecho, antes de llegar a conocer el propio cuerpo los niños y niñas conocen el cuerpo del otro, sobre todo el de la madre, ya que es la persona de mayor contacto.
Otro hecho social que tiene un papel de relevancia en la construcción del esquema corporal es el desarrollo del lenguaje.
Podemos señalar los siguientes elementos que influyen en el desarrollo del esquema corporal:
- Percepción: nos da información de nuestro cuerpo y del de los otros, así como visión del espacio, de nuestras actividades, distancias, dirección, peso de un objeto, etc.
- Movimiento: nos da información sobre nuestras posibilidades y limitaciones, lo que somos capaces de alcanzar con nuestro propio cuerpo.
- Cognitivos: nos permite tener conciencia de nuestro cuerpo, diferenciándonos de los demás, nos permite integrar y codificar información de manera lógica y estructurada para poder dar una respuesta.
- Lenguaje: sirve para poner nombre a las partes del cuerpo añadiéndole un significado.
A todo esto se le añade, como hemos comentado, la experiencia del niño/a, es decir, las caricias al bebe, los juegos de lanzar, los juegos de simulación, los cuentos, la imitación delante de un espejo, etc., van a dar información continuamente al niño/a sobre su propio esquema corporal.
El desarrollo del esquema corporal se va a dar entre los 2 y los 6 años de edad, en este periodo se va a experimentar situaciones que facilitan al niño/a el conocimiento de su cuerpo, así como sus posibilidades y limitaciones y el espacio en el que se mueven.