Leche y Cocina
Leche, quizás el primer alimento que llega a pasar por nuestra boca. La leche materna, esencial para la formación del cuerpo, azúcares, vitaminas, calcio y grasas.
Una alimentación que nunca me faltó de niño; recuerdo como cada mañana antes de ir al colegio en mesa me esperaba un vaso de leche caliente, verdaderamente diseñada para alimentar.
Es curioso saber que somos los únicos mamíferos que consumimos leche después de la infancia.
Esencial en nuestras dietas, siendo la mejor forma de obtención de calcio y minerales, ideal para los huesos, dientes, crecimiento y defensas.
En la cocina posiblemente la leche desaparece en mezclas, sin embargo, sirve como fuente de humedad, sabor, cuerpo y color.
Podemos encontrarla en diversos tipos: Evaporadas, condensadas, fresca, con grasa, nata, des-lactosada... y todas estas formas nos sirven en la cocina para elaborar todo tipo de preparaciones.
A parte podemos encontrarla de diversas formas: Queso, yogurt, crema, mantequilla...
Y de igual manera de diversos animales: Vaca, búfalo, cabra, llama, oveja, camello...
En la cocina nunca falta, siendo quizás más usada en pastelería y cafetería.
Un buen secreto es la leche en polvo; ayuda mucho para potenciar sabores, por ejemplo al momento de dorar huesos para hacer un fondo de pollo; para que nuestro fondo tenga más sabor, espolvoréale un poco de leche en polvo a los huesos y tuéstalos, ésto añade proteínas y ese azúcar de la leche, lo que le da un sabor potenciado.
Una de las recetas que me encantó que me enseñaran (quizás es una de las más sencillas pero con un resultado espectacular) es el helado de Toffe o tofi.
Es el resultado de llevar la leche con azúcar a su mayor nivel.
La leche proporciona un toque ligero de dulce gracias a la lactosa, aunque este compuesto también es el causante de molestias a cierto grupo de adultos “tolerancia a la lactosa”, por la falta del enzima que nos ayudaría a digerir el componente; pero gracias a los avances ahora podemos bebernos un vaso de leche sin sentir malestar en el estomago gracias a productos des-lactosados o quesos donde la lactosa se encuentra en muy bajas proporciones, en el yogurt la bacterias digieren la lactosa por lo que no afectaría a un intolerante a la misma.
Con el yogurt se puede hacer crema muy refrescante, el Tzatziki (plato griego), que es la mezcla del yogurt, pepino rallado, ajo machacado, menta picada, aceite de oliva y zumo de limón. Todo esto se integra y se deja refrigerar, obteniendo una salsa refrescante para el verano.
Es ocupado en algunos casos con el huevo revuelto, la leche diluye la proteína del huevo y produce una masa más tierna cuando los huevos se cocinan con cuidado.
Otra gran virtud de la leche es la capacidad de sanar ese ardor del picante, dado que la caseína (proteína de la leche) neutraliza la molécula de Capsaicina (componente del picante). La caseína rodea la molécula y la neutraliza, para más claridad prueba y bebe leche cuando te hayas excedido con el picante.
Espero que te haya parecido interesante y que te haya gustado.
Buen Apetito.
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