El TDAH y los trastornos de conducta
El TDAH y los trastornos de conducta suelen aparecer muy frecuentemente asociados, pero no todos los pacientes con TDAH los padecen. Las personas con un TDAH/H-I son más propensas a presentarlos que las que padecen un TDAH/I.
Los trastornos de la conducta están reúnidos en el DSM-5 bajo el epígrafe "Trastornos destructivos, del control de los impulsos y de la conducta". Dentro de estos trastornos, nos vamos a ocupar del Trastorno negativista desafiante (TND), el Trastorno explosivo intermitente (TEI) y el Trastorno de la conducta (TC).
Trastorno negativista desafiante (TND)
Este trastorno se caracteriza por tres tipos de comportamiento:
Para establecer que el trastorno existe, estos patrones de comportamiento deben exhibirse por lo menos durante 6 meses, y con algún individuo más que no sea un hermano. Si los niños son muy pequeños, menores de 5 años, estos comportamientos deben aparecer casi todos los días, y en los niños más mayores, por lo menos una vez por semana. Evidentemente, para diagnosticar TND, estos comportamientos deben ser de suficiente intensidad como para tener un impacto negativo en la vida del afectado y/o de los que le rodean.
Trastorno explosivo intermitente (TEI)
Este trastorno se caracteriza por la aparición de arrebatos agresivos físicos y/o verbales, contra personas, animales o propiedades. Si estos arrebatos producen daños o lesiones, deben ocurrir por lo menos 3 veces durante 12 meses para poder diagnosticar el trastorno. Si no son arrebatos graves, que produzcan daños o lesiones, deben producirse a razón de por lo menos 2 a la semana durante 3 meses. Hay que tener en cuenta que estos arrebatos deben ser desproporcionados respecto a lo que lo desencadena, y no deben perseguir un objetivo concreto, por ejemplo, obtener dinero o intimidar, ya que no son premeditados. Este trastorno sólo se diagnostica en niños mayores de 6 años.
Trastorno de la conducta (TC)
Este trastorno se caracteriza por un patrón consistente y repetitivo de no respeto de los derechos de los demás. Esto implica que en los últimos 6 meses, el individuo ha realizado alguna de estas acciones:
Como vemos, este trastorno implica comportamientos que pueden llegar a tener consecuencias legales, es decir, que los individuos pueden llegar a cometer delitos: agresión sexual, robo con violencia, extorsión, etc.
Se considera de inicio infantil si aparece por lo menos un síntoma antes de los 10 años, pero también puede ser de inicio adolescente. Algunas veces no existe suficiente información como para saber cuándo se inició el trastorno.
El DSM-5 aconseja especificar lo siguiente: