Ejercicios de relajación
Manos: cierra los puños lo más fuerte que puedas durante 5 segundos para sentir la tensión que esto produce.
Después, relájalos por completo y fíjate en la diferencia de un momento a otro.
Brazos: primero dóblalos lo más fuerte que puedas para tensar la parte anterior a ellos (bíceps), deja pasar 5 segundos y relájalos.
Para la parte posterior (tríceps) extiende los brazos lo más rígidos que puedas y aflójalos posteriormente.
Cuello: coloca la punta de la lengua sobre el paladar y presiona hacia arriba lo más fuerte que puedas durante 5 segundos (siente la tensión en la lengua y en el cuello) y relaja.
Hombros: encoje los hombros elevándolos hacia la nuca todo lo que puedas y sintiendo la tensión entre ellos.
Mantén esa misma posición durante 5 segundos y descánsalos habiendo pasado el tiempo.
Recomendación:
Debes relajar cada músculo después de tensarlo al menos 1 minuto para lograr disminuir la tensión completamente.
Al finalizar estos ejercicios puedes continuar con una serie de respiraciones para relajarte completamente:
Híncate con las rodillas y pies juntos, colocando tus glúteos sobre los talones y dejando caer tu cuerpo hacia el frente.
Coloca los brazos a tus costados y relájalos.
Realiza 10 respiraciones (inhala y exhala suavemente sin forzar tus fosas nasales).
Con una inhalación eleva el torso suavemente, colocando tus manos justo debajo de tus hombros.
Separa las rodillas al ancho de la cadera y mantén la espalda recta y alargada.
Realiza 10 respiraciones (inhala y exhala, suavemente sin forzar tus fosas nasales).
Levántate lentamente y para terminar reflexiona un minuto en silencio, te sentirás relajado.