Ser amigos de nuestros hijos
Igualar la paternidad a la idea de ser amigo de nuestros hijos, puede tambalear algo tan importante de esta relación como es la idea de que ser padre implica ser la figura de autoridad y la del hijo el ejercicio de obedecer. La normas más básicas le corresponde establecerlas a los padres, como son no pegar o no gritar. Son variadas las razones por las que los padres abandonan el ejercicio de la autoridad, destacaremos aquí la comodidad, ignorar ciertos comportamientos es más fácil que estar continuamente detrás del niño. No es raro que algunos padres les sea más cómodo que sean lo profesores en los primeros años de infancia los que pongan límites a los niños y así no ensuciar la buena relación entre ellos, cada vez se puede escuchar más a los padres la frase: “como te portes mal se lo voy a decir a la "seño" para que te castigue en el colegio”.
Es importante que los padres sean conscientes que en la relación con sus hijos debe quedar integrado el ejercicio de autoridad como padres, incluso está reconocido legalmente. Como hemos comentado con anterioridad, los niños necesitan normas y límites, no ejercer esta autoridad puede provocar en ellos comportamiento indeseados.