Atención al anciano (Higiene general)

De forma general, a la hora de realizar el aseo al paciente geriátrico se seguirán las siguientes normas:

  • Se realizará preferiblemente entre dos personas.
  • Se hará tantas veces como sea necesario y, al menos, una vez al día.
  • Se explicará a la persona lo que se le va a hacer, con el fin de crear un ambiente íntimo y respetuoso. Si hay familiares se les invitará a salir, y si existen más pacientes, se aislará con un biombo.
  • Se pedirá colaboración al paciente para fomentar su autoestima e independencia.
  • Se mantendrá la temperatura del ambiente entre 22 y 24ºC y la del agua a 37ºC.
  • Se cerrarán puertas y ventanas para evitar corrientes de aire.
  • Se utilizarán jabones no irritantes, guantes esterilizados y todo material higiénico que sea necesario.
  • Se aprovechará el momento del aseo para masajear la piel y así favorecer la circulación sanguínea.
  • Se seguirá un orden de lavado de cada una de las partes del cuerpo.
  • Se prestará especial cuidado a las vías y sondajes si el paciente los tuviera.

 

Aseo en la ducha o en la bañera

Nos aprovisionaremos del equipo necesario (jabón liquido no irritante, manopla, peine, cepillo dental, colonia, toalla, ropa limpia…), lo prepararemos y siempre comenzaremos explicando al paciente la necesidad de la higiene y lavándonos nosotros las manos. Nos aseguraremos de que tanto el baño como la ducha estén provistos de alfombrillas antideslizantes, y ayudaremos al paciente a aquellas tareas que no pueda realizar solo, como desvestirse, vestirse o enjabonarse y lavarse ciertas partes del cuerpo. Observaremos el estado de su piel y una vez finalizado el baño (que durará entre 10 y 12 minutos) ayudaremos al paciente a secarse y vestirse.

 

En caso de paciente encamado

Las normas básicas a seguir serán las mismas, y el material que debemos preparar también, aunque nos encontraremos con las limitaciones típicas de una persona con poca movilidad. Debemos ofrecerle la cuña antes de empezar la sesión de baño, y posteriormente desvestirlo con cuidado e ir cubriendo con la sabana aquellas partes del cuerpo que no estén siendo lavadas (solo dejaremos al aire la zona que estemos lavando). Cambiaremos el agua que estemos utilizando tantas veces como sea necesario y una de las personas se encargará de enjabonar y aclarar y la otra de ir secando. En primer lugar realizaremos el afeitado, después lavaremos cara, pelo, cuello y hombros, e iremos bajando (extremidades superiores, tórax, abdomen, miembros inferiores). Posteriormente colocaremos al paciente sobre su lado para lavar la espalda desde la nuca a los glúteos y parte posterior de las piernas. Por último se le volverá a colocar boca arriba para lavar la zona genital. Una vez acabado realizaremos los mismos rituales de vestir al paciente, recoger y ordenar todo, con el cuidado de que si nos encontramos con un paciente que tenga perfusión intravenosa (gotero), primero se introduce el bote de suero y el brazo correspondiente, y después el otro brazo.

 

Cuidados de la boca

Son fundamentales, ya que la cavidad bucal es un lugar donde habitan una gran cantidad de bacterias y microorganismos.

La higiene bucal se debe realizar cada vez que el paciente haga una comida. Si está inconsciente, cuando se realice la higiene corporal.

Si el mismo paciente es autónomo para llevarla a cabo debemos asegurarnos que la realice deforma vertical desde la encía hasta la corona y se limpie tanto la cara externa, como la interna y la parte superior e inferior de los dientes y muelas, así como la superficie de la lengua.

En caso de encontrarnos a un paciente con prótesis dental la retiramos con cuidado, la cepillamos de la forma que hemos explicado anteriormente, la aclaramos, enjuagamos la boca del paciente y la volvemos a colocar (o la dejamos en un vaso de agua junto a la cama).

En caso de que el paciente esté inconsciente debemos realizar todo este proceso cuando estemos llevando a cabo la higiene corporal.

 

Cuidados del cabello

Para lavar el cabello de un paciente encamado colocaremos la cama en posición horizontal y situaremos al sujeto en la orilla de la cama sin almohada y con un hule de plástico alrededor de su cuello sujetándolo, el cual acabará en una palangana creando un canal por donde se irá el agua. Taparemos sus oídos con algodón para evitar que entre agua y jabón en ellos y lavaremos, masajearemos y secaremos el cuero cabelludo del paciente.

hule

 

Procedimientos de colocación de la cuña y la botella

Procedimiento que permite la micción y la defecación en la propia cama de aquellos pacientes con movilidad reducida.

La cuña es un orinal plano que sirve para la defecación tanto de hombre como de mujer, y para la micción de la mujer. La botella se usa para la micción del hombre.

En el caso de la cuña, pediremos al paciente que apoye los talones en la cama y levante las caderas (en caso de un paciente sin movilidad entre dos personas se le ayudará a realizar este movimiento), en este momento, introduciremos la cuña con el mango hacia los pies y la parte plana debajo del cóccix.

En el caso de la botella, si el paciente puede de manera autónoma se la colocará el mismo, si no, el/la auxiliar introducirá el pene en ella.

Una vez acabamos ambos procesos se retirarán los objetos utilizados, se vaciarán en el retrete y se limpiarán.

BC

 

 

Contenidos que te pueden interesar
Este sitio usa cookies para personalizar el contenido y los anuncios, ofrecer funciones de redes sociales y analizar el tráfico. Ninguna cookie será instalada a menos que se desplace exprésamente más de 400px. Leer nuestra Política de Privacidad y Política de Cookies. Las acepto | No quiero aprender cursos gratis. Sácame