Trastorno por ansiedad generalizada

Todos nos podemos preocupar por cuestiones rutinarias como el dinero, la salud o el trabajo en alguna etapa de nuestra vida.

Pero los individuos con trastorno por ansiedad generalizada, se preocupan excesivamente en general por todo sin que exista una razón lógica.

Es uno de los trastornos más frecuentes en el mundo occidental y se presenta con mayor prevalencia en las mujeres que en los hombres.

Su desarrollo inicial es gradual y empeora si la persona se siente sometida a situaciones estresantes.

Los sujetos con trastorno por ansiedad generalizada presentan ansiedad y una excesiva preocupación sobre diferentes ámbitos durante 6 o más meses sin que exista una causa real.

Las preocupaciones pueden estar ligadas al contexto del trabajo, la familia, la salud, las relaciones interpersonales, etc.

Al individuo le resulta difícil controlar este estado de malestar constante aunque pueda ser consciente de su falta de veracidad.

Estos sujetos, poseen niveles muy altos de ansiedad y preocupación constantemente. 

Esta inquietud puede influir en el deterioro de la vida personal, social y laboral aunque normalmente no es un trastorno grave.

 

Los síntomas del trastorno por ansiedad generalizada incluyen:

  • Dificultad para concentrarse.
  • Preocupación crónica y desmesurada por las actividades diarias.
  • No tener control sobre los pensamientos negativos.
  • Fatiga excesiva.
  • Dolores de cabeza frecuentes.
  • Problemas musculares como contracturas de la espalda.
  • Sensación constante de nerviosismo.
  • Irritabilidad.
  • Molestias digestivas.
  • Dificultad para relajarse.
  • Problemas para conciliar el sueño y permanecer dormido, o sueño que no es reparador ni satisfactorio.
  • Inquietud o impaciencia.
  • Palpitaciones.
  • Sensación de tensión mental o corporal.
  • Pérdida de peso.
  • Mareos.
  • Anticipaciones ansiosas del pensamiento.

 

Los pacientes con este trastorno a menudo se sienten desbordados y desmoralizados por este problema.

La psicoterapia cumple una función muy importante para ayudar a manejar estos síntomas y ayudar al sujeto a enfrentar la preocupación excesiva que le producen determinadas situaciones.

Es importante destacar la diferencia entre padecer este trastorno y mostrar ansiedad en momentos concretos ante una situación conflictiva. El diagnóstico sólo se confirmará si existe una cronicidad de como mínimo seis meses.

Roser González

Licenciada en Psicología. Terapeuta Clínica. Master en intervención social y comunitaria.

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