La anticipación en la ansiedad

Algunas de las actividades a las que nos enfrentamos en la vida cotidiana nos producen ansiedad anticipatoria.

La anticipación es la visualización de un evento futuro.

Anticipar es completamente normal, ya que algunas circunstancias nos crean una necesidad lógica de pensar lo que pasará. Utilizamos la anticipación como una forma de tranquilizarnos. En principio, anticipar no tiene un sentido negativo.  Nos ayuda a enfrentar situaciones que nos crean incomodidad o incertidumbre, como por ejemplo un nuevo trabajo, un examen, una primera cita, una prueba médica, etc. Nos permite visualizar en nuestro pensamiento los resultados posibles y las diferentes opciones que nos podemos encontrar.

Dentro de la normalidad, constituye un mecanismo que favorece la disminución de la ansiedad ante una situación especial.

Vivir el presente sin anticipar hechos negativos

 

La ansiedad anticipatoria negativa, es un síntoma común de las personas que padecen un trastorno de ansiedad.

Esta anticipación tiene diferentes grados de intensidad, y en algunos sujetos visualizan una experiencia futura de forma distorsionada.

El proceso de anticipación entonces, se convierte en un fluir de pensamientos automáticos que la persona no puede controlar racionalmente.

Pueden provocar temor, ataques de pánico, conductas de evitación, ataques de ansiedad, etc., si se viven como anticipaciones catastrofistas.

En consecuencia, la anticipación, se convierte en una causa de ansiedad intensa por los pensamientos irracionales continuos hacia un evento futuro.

Frecuentemente se centran en lo que podría suceder pronosticando resultados desastrosos.

Deja de ser un comportamiento favorable y afecta a la posible respuesta de un individuo.

Un ejemplo claro sería no acudir a una entrevista de trabajo por temor a no cumplir el perfil que han demandado o creer que los demás estarán más capacitados para el puesto. La anticipación a nivel negativo en este caso nos estaría provocando pensamientos que creemos como verídicos y que nada tienen que ver con el resultado real de la entrevista. No asistir a la cita es un caso de conducta de evitación, ocasionada por una alteración en los pensamientos anticipatorios del sujeto sobre el posible desenlace.

 

En su grado máximo, la ansiedad anticipatoria aparece muy ligada a los trastornos de ansiedad patológicos (fobias, ataques de pánico, etc.) y a las conductas de evitación.

Los pensamientos anticipatorios distorsionados son la base de muchos trastornos de ansiedad. Se presentan asociados a modificaciones de la conducta que el sujeto realiza para compensarlos.

Ejemplos de conductas de evitación serían, no viajar en avión por temor a sufrir un accidente aéreo o no acudir a eventos sociales por miedo a perder el control y tener un ataque de ansiedad etc.

Si el sujeto anticipa un desenlace negativo que le provoca ansiedad, desarrolla conductas para evitar la situación que le atemoriza.

 

Actualmente, existen numerosas terapias cognitivas que centran su objetivo en enseñar a las personas con trastornos de ansiedad a no vivir dependiendo del futuro, intentando modificar los pensamientos negativos anteriores que sienten antes del evento.

En las próximas lecciones conoceremos un poco más de cada uno de estos trastornos de ansiedad.

Roser González

Licenciada en Psicología. Terapeuta Clínica. Master en intervención social y comunitaria.

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