Introducción
El estrés es, probablemente, una de las afecciones menos conocida a nivel mundial, al menos por la gente común.
Popularmente, se conoce la palabra: estrés. Pero poco se sabe sobre su alcance real y sobre el daño que realmente puede producir en las personas.
El objetivo de este curso es ofrecer una capacitación sintética pero sólida sobre el tema. No sólo para quienes participen de él por un interés exclusivamente personal, sino –también- para aquellos que quieran ayudar a otros en el futuro.
Dicho de otro modo, el conjunto de lecciones, muestras, ejemplos, sugerencias y demás elementos que se ofrecen en el presente curso, mientras sean estudiadas, atendidas y practicadas con toda responsabilidad; y mientras se apruebe el Examen de Aptitud, bien puede llegar a constituir un conocimiento suficiente para quienes pretendan, en adelante, ofrecer su ayuda profesional para el Control del Estrés, a la manera de un oficio propio, que no colisiona con ningún saber relativo a la salud de las personas, aunque deberá atenerse en todos los órdenes a las normativas propias de cada lugar.
Esto supone, naturalmente, abordar gradualmente pero muy en serio, varios aspectos sobre el tema. Y contestar diversas preguntas relacionadas.
Por ejemplo:
¿Qué es, realmente, el estrés en los tiempos actuales? ¿Cómo entenderlo hoy? Es decir, ¿En qué consiste, cuál es su naturaleza? ¿Cómo y por qué puede afectar significativamente la vida de las personas? ¿A qué conjunto de síntomas se debe prestar atención? ¿Es posible reseñar algunas orientaciones saludables, para que quienes padecen sus efectos puedan conocerlo, controlarlo y prevenirlo?
Las respuestas a estos y otros varios interrogantes, se constituyeron en el principal eje rector para la redacción sencilla de todos y cada uno de los párrafos de este curso.
Por eso se ha escogido un lenguaje simple, de fácil comprensión, buscando –hasta donde se pudo- evitar toda forma de tecnicismo académico. Las notas referenciales al pie de cada lección, por ejemplo, sólo cumplen la función de ilustrar, complementar o advertir al participante sobre algún aspecto que debe considerar al momento de la lectura.
Esto no excluye, por supuesto, la conveniencia de que cada cual, si realmente le interesa el tema, se haga el tiempo para seguir investigando y profundizando sobre la cuestión. Los instrumentos sobran. Desde Internet hasta seminarios o charlas, pasando por libros, artículos, monografías, etc.