Concepto de enamoramiento
Otro concepto al que vamos a dedicar un apartado es al enamoramiento, puesto que es un concepto dependiente del amor que debemos de delimitar y diferenciar.
El enamoramiento aparece primera vez representado en la literatura como Cupido, un joven alado y caprichoso hijo de la diosa del amor Afrodita. Este joven, era portador de unas flechas que a su antojo tiraba contra las personas haciendo que se enamoraran de la persona que primero vieran. Con este mito siempre se ha tratado de ejemplificar que significaba el enamoramiento, es decir, el enamoramiento no sería otra cosa más que un flechazo a primera vista de otra persona (Sternberg R.J., 2000) de la que después no querríamos separarnos ni un solo segundo.
Según Aaron Beck nos enamoramos de una forma automática sin que medie ningún tipo de reflexión alguna (Beck A., 1990), es decir, para este autor el enamoramiento tiene que ver con el mito anterior parece ser que en este proceso no media ninguna reflexión parece que aparece sin más.
La primera definición que voy a destacar es la ofrecida desde la filosofía de la mano de Ortega y Gasset para quien el enamoramiento es: “el enamoramiento, en su iniciación, no es más que eso: atención anómalamente detenida en otra persona. Si esta sabe aprovechar su atención privilegiada y nutre ingeniosamente aquella atención, lo demás se producirá con irremisible mecanismo. Cada día se hallará más adelantado sobre la fila de los otros, de los indiferentes: cada día desalojará mayor espacio en el alma atenta. Esta se irá sintiendo incapaz de desatender a aquel privilegiado. Los demás seres y cosas serán poco a poco desalojados de la conciencia. Dondequiera que la enamorada esté, cualquiera que sea su aparente ocupación, su atención gravitará por el propio peso hacia aquel hombre. Y, viceversa, le costará una gran violencia arrancarla un momento de esa dirección y orientarla hacia las urgencias de la vida.” (Ortega y Gasset, 1995).
En este primera definición observamos como el autor destaca el enamoramiento no es otra cosa que centrar la atención en otra persona, esto será el comienzo del amor y lo que nos llevará a (si es posible) comenzar y mantener una relación interpersonal. Cuando se está bajo este estado, la atención se centra en el otro en cualquier momento y lugar que esa persona aparezca haciendo que todo nuestro pensamiento gire alrededor de la misma.
Otro concepto mucho más actual que vamos a exponer es el dado por Enrique Rojas para el cual para que se dé un enamoramiento tiene que darse tres características básicas: “el que está enamorado no puede vivir sin la otra persona; se produce una hipotética de la razón (no se puede dejar de pensar en la persona amada); se hace la realidad de que el enamoramiento auténtico lo transforma todo (disuelve las heridas del pasado, agranda y dilata el presente e ilumina con nuevas metas del futuro)” (Rojas E., 2010).
Se puede observar como este autor resaltar que cuando estamos enamorados tratamos de buscar siempre la atención de la otra persona, existe una idealización inicial de todo lo bueno que tiene y parece que nada importa. Es decir, cuando nos enamoramos parece que entramos en un estado de euforia permanente donde la vida sólo importa cuando esta presenta la persona a la que amamos.
Hay otra característica que debemos destacar sobre el enamoramiento y que és “qué existe una pérdida de control” (Beck A., 1990). Es decir, cómo destacamos con anterioridad cuando nos enamoramos entramos en un estado diferente en el que parece que sólo existe la otra persona, dónde somos felices siempre que estemos al lado de la otra persona y dónde existe una pérdida de control. Una pérdida de control puesto que tendemos a olvidarnos de todo en la vida, dejándonos llevar con la felicidad que nos produce estar con esa persona y todo nuestra vida parecemos construirla alrededor de ese nuevo amor.