Jornada escolar
En los últimos años en España, al igual que en otros países de nuestro entorno, se ha generado una creciente preocupación en relación a la jornada escolar por diversas razones:
- Desde una perspectiva económica, la jornada escolar y la duración de la permanencia en la escuela juegan un importante papel de cara a la racionalización y estructuración de las tareas encomendadas al sistema educativo.
- Las comparaciones internacionales en relación con el rendimiento del alumnado y la efectividad de la institución escolar.
- La preocupación de que la tensión y el esfuerzo que genera en el alumnado la asistencia a la escuela esté íntimamente ligada al tipo y duración de la jornada escolar.
- La fase de dinamización de las estructuras sociales y, quizás también, de disolución de las estructuras temporales habitualmente entendidas como indestructibles. La evidente aceleración actual de dicha reestructuración está sacando a la luz estructuras profundas que normalmente parecían intocables.
- La forma de entender y tratar el tiempo puede cambiar de una cultura a otra.
- El concepto de jornada educativa del alumnado como unidad global en la que se inscribe la jornada escolar.
Durante la jornada escolar el profesorado y el alumnado desarrollan el currículo escolar establecido. Ese patrón de la realización idéntica y lineal de las actividades empiezan a reemplazarse por la posibilidad de una pluralidad y simultaneidad de las mismas, así como una consideración de los contextos en las que tienen lugar.
Existen una serie de factores que aconsejan considerar dicho cambio:
1. Factores didácticos-orgatizativos
- Nuevos ambientes de enseñanza- aprendizaje organizados para el trabajo autónomo del alumnado.
- Búsqueda de mayor coherencia entre la labor de establecimiento escolar y la acción educativa de la comunidad.
- Necesidad de desarrollar de forma sistemática aspectos de la personalidad del alumnado no contemplado en el currículo oficial.
2. Factores socio/pedagógicos
- Lucha contra el fracaso escolar de origen socio-cultural.
- Tendencia en nuestra sociedad hacia la educación permanente.
3. Factores económicos
- Infrautilización del edificio escolar.
- Incremento de la demanda de instalaciones por diversos grupos de la comunidad.
Existen una serie de condicionantes entorno a la jornada escolar que deben tenerse cuenta entre ellos podemos destacar.
1. Condicionantes higiénico-biológicos
Los condicionantes higiénicos y de salud respecto al tiempo escolar están relacionados con:
- Posibilidades y funciones de las personas en relación a su situación y capacidades personales frente a la fatiga.
- Condiciones del lugar de trabajo.
- Condiciones de los medios e instrumentos que es necesario utilizar.
- Desplazamiento a la escuela. En general se concibe en que la distancia deberá estar comprendida entre 15 y 30 minutos.
- Vuelta del colegio. El/la niño/a tiene la necesidad psicológica de mantener una relación familiar. Es conveniente que al llegar a casa encuentren en el hogar a alguien de la familia.
2. Condicionantes pedagógicos
Desde una perspectiva pedagógica la jornada escolar ha de diferenciar entre, el nivel de planificación a tiempo real y el tiempo útil. La consideración de este criterio parece aconsejar:
- Introducir criterios de flexibilidad que permitan: alterar la duración de las unidades de trabajo y localización en el calendario y en el horario. Posibilitar el trabajo entre el alumnado para la realización de diferentes unidades de trabajo. Incorporación de espacios libres a disposición para intervenciones de carácter ocasional.
- Posibilitar que el alumnado organice parte de su tiempo.
- Cambiar los horarios cada cierto tiempo como expresión del cambio de la actividad didáctica.
- Facilitar el agrupamiento entre clases.
3. Condicionantes socio-culturales
Actúa como marco de los anteriores condicionantes, posibilitan o limitan su realización. Estos condicionantes son los que justifican en último extremo que se mantenga un mismo horario para diferentes edades, la diferencia entre el año escolar y el año natural.
El conjunto de circunstancias, situaciones, costumbres, etc., que una sociedad respeta y considera suyos se constituyen en auténticos condicionantes culturales, sociales y políticos.
- La normativa legal y reglamentaria impone condiciones externas al centro.
- El contexto geográfico, que puede aconsejar respuestas diferentes en función del clima, o la existencia o no de transporte escolar.
- Las costumbres sociales que introducen días festivos que alteran el programa de trabajo para la realización de actividades académicas de proyección social, celebración de acontecimientos, visitas u otras actividades.
- Las necesidades sociales, como las que obligan en algunos casos a establecer horarios intensivos para atender varios turnos escolares por carencia o influencia de edificios o espacios.
- El desarrollo de las actividades comunitarias.
- Situaciones políticas que dan lugar a determinadas pactos sobre el calendario, jornada u horario.
La aplicación de estos criterios presenta ciertas consideraciones básicas:
- El tiempo disponible para el proceso de formación del alumnado.
- El currículo a desarrollar y, más concretamente, los objetivos (no solo los oficiales) que se plantean conseguir las actividades previstas y la metodología de trabajo.
- Las características de los estudiantes.
- El ritmo de trabajo o velocidad para enfrentarse y resolver las tareas propuestas.
- Las capacidades o actitudes para asimilar y desarrollar el programa de trabajo.
- El contexto de actuación, definido por las consideraciones físicas, socio-culturales y económicas que impone una determinada realidad.
- Los imprevistos, situaciones ocasionales e informales, etc., que a veces afectan a la realización de los programas.
La dificultad de conocer el funcionamiento del los tres últimos aspectos es la causa de los desfases que se producen en los procesos de temporalización.