Planificación en la elaboración de un proyecto
El paso posterior al análisis de la realidad sería la planificación del proyecto, ya que debemos escribir anticipadamente lo que vamos a hacer.
Debemos prever lo que va a pasar y elegir los medios con los que alcanzaremos los objetivos. Pero para describir el plan, debemos conocer las características fundamentales en las que se debe basar.
Tendría que ser:
- Flexible: ya que debe responder a las exigencias del grupo al que nos estamos dirigiendo.
- Libre: pues debe estar abierto a cualquier tipo de modificación.
- Desvinculado: el plan debe estar personalizado para el grupo al que va destinado, pues no podemos crear un plan para aplicar a distintos grupos de diferentes procedencias.
- Relacionado con otras áreas: tendría que relacionar las distintas áreas del conocimiento.
- Autogestionado: el mismo grupo deberá dirigir y conseguir el control del proyecto.
- Colaborativo: se deberían implicar todos los integrantes del proyecto, diseñándolo y llegando a acuerdos en común, pues la planificación de la acción social debe de ser consensuada por todos los participantes.
Si hemos cumplido con estas características en cuanto al plan establecido, deberíamos saber cómo formular otros aspectos relacionados como, a quién va dirigido éste o cuándo se realizará.
Para poder resolver todas estas cuestiones, vamos a plantear la técnica de las diez preguntas, diseñada por el sociólogo Ezequiel Ander-Egg:
Siguiendo esta guía deberíamos responder a estas preguntas una vez tengamos definido el proyecto; empezando por el origen y descripción, siguiendo por la justificación de éste, y cómo y cuándo conseguiremos los objetivos propuestos.