Planificación de un curso de Educación Superior

Antes de planificar un curso es importante considerar que el aprendizaje es un proceso basado en construcciones personales y, por lo tanto, habrá diferencias en cómo los/as estudiantes aprenden y cuánto tiempo emplean en hacerlo.

Además, el conocimiento no se logra de manera uniforme, se llega a un punto, se retrocede y se vuelve a avanzar y, también, hay que considerar que la forma de aprender para el sexo masculino es diferente a la del sexo femenino y, unos y otros responden de forma distinta a las estrategias docentes.

Para la planificación de un curso, se sugiere tener en cuenta lo siguiente:

Poner énfasis en lo que se espera que el grupo de estudiantes aprenda. Informar claramente sobre los componentes considerados claves o esenciales del curso que se dicta.
Lo aprendido anteriormente influye muchísimo en lo que van a aprender. Si lo que se presente en clase no está de acuerdo con lo que el/la estudiante aprendió previamente, puede distorsionar la nueva información.
Limitar la cantidad de información presentada en clase. Es conveniente reducir a tres o cuatro puntos o conceptos a presentar en una clase. Dar énfasis a los conceptos, que son más fáciles de interpretar que los detalles.
Proporcionar oportunidades para que la forma de aprender sea activa, a través de actividades prácticas, de escritura, de discusión y debates, estudio de casos, resolución de problemas, etc. Es la manera de evaluar mejor si los conceptos están siendo bien interpretados.

Algunos estudiantes en un grupo pueden estar realmente interesados en el aprendizaje pero muchos otros necesitan o esperan que el/la docente los estimule o los desafíe. Cualquiera sea el nivel de motivación inicial, podrá aumentar o disminuir durante el curso, según lo que ocurra en el salón de clase o en las actividades prácticas fuera del aula.

El/La docente puede ser muy importante en el logro de la auto-motivación estudiantil, por ejemplo:

Estimulando las intervenciones en clase con opiniones positivas para dar la sensación que se puede lograr lo que un/a estudiante se propone.
Asignando tareas con un nivel medio de dificultad, para que se puedan realizar con éxito.
Creando una atmósfera de clase abierta y democrática.
Ayudando a que el grupo piense que se les considera elementos valiosos de la comunidad de estudiantes.

La gran mayoría de los/as estudiantes responde de forma positiva a un curso bien organizado (con aclaración, en el primer día, de fecha de pruebas, tipo de evaluación, trabajos o actividades fuera del aula, etc.) y con un/a docente interesado/a en que sus estudiantes aprendan y se motiven.

Para el logro de lo anterior, es muy importante que, desde el punto de vista docente, haya expectativas reales y, durante la redacción y preparación de pruebas, trabajos de clase, exámenes, etc., asegurarse que estas tareas tengan un nivel lo suficientemente alto como para motivar, pero no para frustrar. El/La estudiante tiene que estar convencido/a, desde el primer día de clase, que la aprobación es posible.

Conviene que el grupo de estudiantes pueda tener la sensación de logro y desafío desde el principio del curso, para ir aumentando de forma gradual el nivel de dificultad del material de trabajo o de evaluación.

Consideraciones para la planificación de un curso.

No es tan importante saber mucho, sino saber comunicar lo poco que sabemos.

En la planificación del desarrollo de un curso, los siguientes puntos resultarán de utilidad:

Conocer el nivel de conocimiento del grupo de estudiantes, en lo que se refiere a algunos puntos importantes del programa de curso que se dictará. Realizar una encuesta con preguntas al principio del curso o un debate oral, para detectar las necesidades.
En la primera clase, solicitar que opinen sobre lo que consideran que tratará el curso, qué puntos se van a cubrir, qué expectativas tienen.
Durante el curso, solicitar al grupo que lean sobre el tema a tratar en la siguiente clase o que escriban preguntas sobre un tema ya presentado, para ser respondidas en la clase siguiente.
En el cronograma de clases, planificar una clase de repaso previo a una prueba o examen.

ASPECTOS PRÁCTICOS DE LA PLANIFICACIÓN DE UN CURSO

1. Establecer OBJETIVOS. Escribir los objetivos del curso ayuda en la planificación, respondiendo a la pregunta: ¿qué se espera que el grupo de estudiantes aprenda, haga o produzca, al finalizar el curso?

El listado de objetivos es importante para:

Clarificar lo que, como docentes, queremos que el/la estudiante logre.
Seleccionar el método de enseñanza adecuado, los materiales necesarios y las actividades a realizar.
Resulta de utilidad para informar al grupo de estudiantes lo que se espera de ellos.
Resulta de utilidad para colegas que están en cursos superiores y que se basan en los conocimientos previos como requisito de sus propios cursos.

Una vez realizada esta lista preliminar, es importante delimitar o restringir el total de puntos que se pretende presentar en el curso. Demasiados detalles y temas influyen negativamente en el aprendizaje. Es en este punto donde tenemos que diferenciar entre el material esencial o básico y el material opcional del curso.

2. Clasificación de los temas. Es importante dividir la totalidad de los temas considerados para el curso en TRES grupos:

Material BÁSICO. Debe ser dominado y aprendido por todos los/as estudiantes.
Material SUGERIDO o RECOMENDADO. Debe ser dominado por quienes aspiren a lograr un buen conocimiento del tema.
Material OPCIONAL. Para estudiantes con intereses especiales y que deseen ampliar conocimientos sobre el tema.

Una vez dividida la información en los tres grupos mencionados, se considera su aplicación práctica durante el desarrollo del curso:

Las clases presenciales y las pruebas o exámenes, se deben referir a los temas básicos del curso. En este punto es muy importante incluir actividades de acuerdo a los diferentes estilos de aprendizaje. Presentar un tema desde el punto de vista visual, auditivo y práctico, ayuda garantizar la asimilación de lo presentado por parte de los/as estudiantes.
Los temas sugeridos o recomendados, así como los opcionales, se pueden incluir en charlas, seminarios, maternales adicionales, bibliografía recomendada, etc.

Es importante explicar a los/as estudiantes, al presentar la bibliografía recomendada, cómo las lecturas, artículos, etc. se relacionan con los objetivos del curso y las actividades.

Como complemento, es de mucha utilidad, al seleccionar la bibliografía, exponer al grupo de estudiantes a una variedad de perspectivas que presenten puntos de vista diferentes al presentado en clase.

La Planificación RETROSPECTIVA (Background Design)

Es una opción diferente para encarar la planificación de un curso. Una vez que se logra el listado de temas que consideramos fundamental para la materia, la planificación retrospectiva considera proceder a desglosar “hacia atrás” los temas, conocimientos, habilidades prácticas, etc. que se necesitan para lograr interpretar o dominar el tema fundamental.

Esto significa que, para lograr un objetivo, voy considerando y anotando los pasos “hacia atrás” que el/la estudiante deberá seguir para lograrlo.

La planificación retrospectiva es otra manera de poner en práctica un plan de desarrollo de curso, previo a su inicio.

Tareas Domiciliarias

Este tipo de tareas permite a los/as estudiantes trabajar a su propio ritmo y acceder a información de referencia (libros, artículos, Internet, etc.) y, además, permiten que el/la docente formule preguntas de alto nivel, sin sacrificar el tiempo de clase.

Para estas taras es importante dar instrucciones precisas sobre lo que se puede y no se puede hacer, cómo responder al problema planteado y la fecha límite de presentación.

Una variación para este tipo de tareas domiciliarias es dar una o más preguntas por adelantado y solicitar a los/as estudiantes que respondan por escrito en una o más clases siguientes.

Hay docentes que entregan 10 o 12 preguntas, una o dos semanas antes de una prueba e informan que TRES de esas preguntas aparecerán en la misma.

Asignación de Lecturas

Asignar como tarea fuera de clase la lectura de artículos de publicaciones especializadas (impresas o digitales), es un recurso frecuentemente utilizado por docentes universitarios.

En caso de optar por esta actividad, se sugiere tener en cuenta lo siguiente:

Conviene dar tiempo suficiente para preparar y leer artículos, por lo menos dos clases antes de su discusión.
Para asegurar que se realiza la tarea, se puede informar al grupo que habrá preguntas en las pruebas escritas o examen asadas en esa lectura. También puede informarse que en dos o tres clases se formularán preguntas orales o escritas. Las siguientes son ejemplos de preguntas que no suelen crear resistencia en los integrantes de un grupo de nivel terciario:
Mencionar uno o dos puntos que considere de importancia en el artículo leído.
¿Qué parte del artículo le interesa considerar?
¿Qué parte del artículo le sorprendió?
¿Qué puede aplicar de lo leído a su propia experiencia?

Como trabajo escrito relacionado con la lectura de un artículo, a realizar en clase o como parte de una prueba, pueden utilizarse los siguientes ejemplos:

Escribir una palabra o una oración que resuma el artículo leído y, a continuación, escribir aproximadamente una página explicando o justificando esa elección,
Escribir uno o dos puntos del artículo que considere de importancia y justifique la respuesta,
Escribir qué punto del artículo re resultó sorprendente, o qué puntos podrían aplicarse en la práctica.