Los hábitos tóxicos

En muchas ocasiones las personas utilizan sustancias poco recomendables, sin ningún tipo de preinscripción medica, para aliviar síntomas de alguna enfermedad. El consumo de algunas de estas sustancias, como el cannabis o la cocaína, se relacionan con un mayor riesgo de padecer trastornos psíquicos ya que pueden producir alucinaciones o delirios, los cuales son síntomas típicos de la psicosis.

El análisis de esta situación se hace bastante complicado ya que no sabemos hasta qué punto el trastorno es la causa o la consecuencia del consumo de sustancias.

Si una persona desde su nacimiento ya viene predispuesta a ser diagnosticada de un trastorno mental, el consumo de drogas o sustancias alucinógenas incrementará esta probabilidad. Se puede dar el “despertar” de algún trastorno que quizás en otras circunstancias de no consumo hubiera quedado latente o escondido toda la vida.

Podemos resumirlo afirmando que “el abuso y la dependencia de tóxicos empeoran el pronóstico (ya sea a corto o largo plazo) de cualquier trastorno, dificultan la adhesión del paciente a los tratamientos, produce efectos indeseados en la mezcla con los fármacos, etc.”

Si hablamos de edades de riesgo, se suele dar que a menor edad, mayor es la probabilidad de consumo, ya que normalmente los jóvenes buscan experimentar sensaciones nuevas e iniciarse en el mundo de las drogas.

También es un factor de riesgo el contexto en el que viva la persona. El medio donde viva, la clase social a la que pertenezca y su desvinculación familiar, pueden propiciar también un inicio de consumo.

En todo momento estamos mencionando el “abuso” del uso de una sustancia… pero exactamente, ¿Qué significa este concepto?

Entendemos por abuso del uso, cuando el riesgo es superior al posible beneficio, ya sea por la cantidad consumida, la finalidad o las circunstancias en las que consumimos. Es un consumo inadecuado y perjudicial. Una sustancia consumida en condición de abuso, puede llegar a modificar el comportamiento de una persona, y llevarla a situaciones de peligrosidad.

¿Cómo podemos evitar el consumo de tóxicos? Dí NO a las drogas.

En multitud de ocasiones el inicio del consumo de drogas comienza porque nuestro alrededor consume y no sabemos decir NO cuando nos ofrecen, ya sea por lo que pensarán o por no sentirnos excluidos.

Es importante interiorizar la idea de que “no voy a consumir drogas” y tratar de imponérsela a uno mismo.

Como ya aprendimos en la lección de asertividad, lo importante es saber decir las cosas tal como las sentimos, exponer nuestras ideas sin pisar las de los demás pero también sin miedo a que sean juzgadas. Siempre será más adecuado decir “No, gracias” a tiempo, que arrepentirte después.

Otra forma de decir NO, es proponer alternativas interesantes a este consumo, proponer otros planes… pero ante una insistencia continuada, sobre todo, dejar clara tu negativa:

“Me siento fatal ante tu insistencia pero gracias, de verdad que no, si te parece…”

 

No a las drogas

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