Cosechado y secado de Spirulina
Una vez que el cultivo ha llegado a su densidad óptima, indicada por un valor entre 2 y 3 cm en el espirulómetro, se puede realizar el cosechado. Para ello, se enganchará una manguera al grifo del contenedor, y se dejará caer el cultivo en un embudo donde hemos colocado un filtro de café (también es posible utilizar una tela muy tupida como un visillo). El embudo estará conectado a otra manguera que devolverá el medio al contenedor de cultivo de forma que se puedan volver a aprovechar los nutrientes y los filamentos que hayan pasado a través del filtro. Cuando el cultivo se haya hecho meno denso se podrá parar el cosechado y recuperar la biomasa, dejando el resto del cultivo nuevamente a la luz para su crecimiento.
La biomasa así obtenida se puede enjuagar y consumir directamente o secar a la sombra en una capa fina. Si se tiene un aparato para hacer espagueti se puede escurrir mucho la biomasa y después hacer espaguetis y ponerlo a secar a la sombra o en un secadero. Cuando se haya secado se puede emplear directamente o mezclada a otros alimentos.
La exposición directa al sol durante el secado hace que la Spirulina pierda su contenido en ficocianina.