¿Por qué crear una huerta educativa?

Hoy en día, tras el éxodo del campo a la ciudad hace décadas, es más necesario que nunca dar a conocer, la importancia que tiene para el ser humano no perder unas determinadas costumbres y conocimientos que repercuten a diario en todos nosotros y nosotras, y todavía más cuando se trata de productos alimenticios.

Nuestros alimentos cada día vienen más alterados de una manera nociva, por ejemplo con el uso de cantidad de productos químicos como son pesticidas y herbicidas, otro ejemplo serían los alimentos modificados genéticamente (los denominados OMG).

Esto está sucediendo por la negativa “necesidad” de una superproducción y una comercialización express que lo único que genera es un descenso de la calidad en el género.

Por este motivo, es muy importante dar a conocer a los más pequeños y pequeñas, así como a cualquier colectivo y rango de edad, de dónde vienen los alimentos, cómo se deben cuidar, cómo recogerlos.

Debemos hacerles ver lo necesario que es conservar la naturaleza, mostrándoles la cantidad de cosas que de ella podemos aprovechar con sentido común y adecuadamente.

Estos planteamientos deben ir siempre acompañados del siguiente principio:

“La naturaleza es valiosa por sí misma, y no por ser un recurso (una gran despensa) del que los seres humanos nos valemos y aprovechamos.”

En esta lección vamos a reflexionar sobre los beneficios económicos y los beneficios sociales que aporta para una comunidad contar con una huerta educativa.

Analicemos estos beneficios con más detalle:

Beneficios económicos:

• Cuando se crea un huerto educativo o escolar no sólo se crea “una actividad más” para el lugar donde se hace, sino que se lleva de la escuela a la casa y de la casa a la escuela, ya que será un apoyo económico para una alimentación sana de cada hogar, aumentando así la calidad de los productos sin un incremento económico en comparación a la lista de la compra y además, sabiendo lo que se come.
• Aumenta la calidad (puesto que las plantas no llevarán productos químicos) a menor precio (puesto que no hay intermediarios ni se especulará con el precio del producto).
• Todos los desperdicios orgánicos se utilizarán como abono. Con lo cual, se ahorrará al no tener que comprarlo y se ayudará a mantener el planeta más limpio reduciendo las basuras.
• Así mismo, la utilización de compost conlleva consigo una necesidad menor de agua utilizada para el riego, lo que abarataría la producción.
• Los productos recolectados también se podrán vender en los alrededores, obteniendo así algo de dinero para seguir comprando materiales necesarios en el día a día de la actividad en el huerto.

Beneficios sociales:

• Esta actividad, la huerta educativa, no sólo tendría un fin económico sino que, al consumir un producto de calidad, estamos fomentando el buen hábito entre los que nos rodean.
• Creación de redes entre los vecinos y vecinas de la población, estableciendo vínculos que favorezcan la confección de tejido social.
• Con la huerta didáctica, se crea un espacio de esparcimiento, un lugar para el disfrute de niños y niñas y mayores.

En la siguiente lección vamos a seguir analizando los beneficios tanto educativos como medioambientales, gracias a la creación de una huerta educativa.