Comunicación. Publicidad

La publicidad es una herramienta típica del marketing. Permite comunicar un mensaje a través de diferentes medios de comunicación. Con la publicidad podemos construir una imagen a largo plazo e impulsar las ventas del producto o servicio.

El éxito en la publicidad requiere tener una buena información sobre los clientes y sobre el uso de los medios de comunicación. Una adecuada investigación comercial mejora los resultados.

La buena publicidad tiene siempre en cuenta el público al que se dirige.

Hablar en el lenguaje adecuado y con las propuestas adaptadas al público al que nos dirigimos es fundamental.

 

La publicidad también debe partir del posicionamiento o concepto. El concepto guía por tanto la publicidad. Por ejemplo, la publicidad de Marlboro donde aparece un vaquero se ha mantenido por muchos años. Aunque los anuncios han cambiado a lo largo de los años, el mismo concepto del vaquero, de lo masculino, lo rudo, se ha mantenido inalterable.

Y como explica el maestro Ogilvy, la buena publicidad vende un  beneficio básico al consumidor. En muchas ocasiones es preferible más que explicar las características técnicas del producto, centrarnos en los beneficios que se obtienen. Por ejemplo, para vender un ordenador explicar que tus hijos aprobarán gracias al ordenador o que resolverás tu contabilidad.

Aunque también se pueden explicar aspectos técnicos y aportar datos para complementar. Y es cierto, que en ocasiones son importantes los datos técnicos.

 

Y como hemos explicado en otros apartados, un aspecto fundamental de los anuncios es que sean creíbles. En el esquema que utilizan los ejecutivos de "Procter & Gamble" existe un apartado que se denomina "razones para creer", es decir, por qué van a creer lo que dice mi anuncio. Por ejemplo, muchos anuncios de Procter dicen "recomendado por la asociación médica" o algo parecido, siendo ese añadido un elemento que aporta credibilidad. 

 

También los anuncios en los que se muestran la manera en la que el producto funciona pueden ser muy creíbles.

Por ejemplo, el anuncio en el que ponen pegamento en la suela de los zapatos de un señor y lo pegan en el techo; además de impactante demuestran de forma muy creíble las características del producto.

Otro ejemplo; un vendedor de batidoras que ha vendido muchas al mostrarlas en youtube y demostrar que tienen una gran potencia. Para demostrar la potencia lo mismo destroza un iphone que una tablet, una pena por el destrozo, pero un gran negocio para el vendedor.

 

Jose Luis Durán

Profesor Titular de Comercialización e Investigación de Mercados de la Universidad de Cádiz. España.

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