La presentación de estereotipos enfrentados
Un estudio llevado a cabo en 1964 por Anne-Marie Rochblave-Spenié delimitó los siguientes rasgos estereotipados que se asignaban a lo masculino y femenino. Recogemos los expuestos en el Proyecto ARESTE (2003):
En lo que respecta a la estabilidad emocional, a los hombres se les presentan como decididos, firmes, asentados y a las mujeres como caprichosas, histéricas, sensibles y frívolas. Sin embargo, hay que apuntar que este estereotipo, como todos, depende del contexto en el que se inserte. Por ejemplo, es normal presentar a las mujeres como seres más complejos pero siempre señalando que esa complejidad resulta molesta para lo masculino. También es habitual hacer ver que los hombres no pueden controlarse en lo referente a lo sexual para justificar sus acciones violentas contra las mujeres: “piropos” que son una forma de violencia callejera, infidelidades, etc.
Evidentemente existen ya muchas apuestas que quieren cambiar estos imaginarios y pueden verse ya informaciones de mujeres jefas, emprendedoras y teniendo éxito empresarial o en otros campos. Consideramos importante señalar que existen apuestas importantes para cambiar los estereotipos sexistas.
Siguiendo con el estudio de esta autora, y en lo referente a los mecanismos de control, ésta encontró que a los hombres se les presenta como disciplinados, metódicos, organizados, severos y coléricos; mientras que las mujeres eran representadas como habladoras, incoherentes, afectadas, astutas y diplomáticas.
En lo que respecta a la autonomía y la dependencia, Rochblave-Spenié delimitó que a los hombres se les señalaba como patriotas, amantes del riesgo e independientes; mientras que las mujeres se retrataban como con cierta necesidad de confiarse, con deseo de agradar, presumida, sumisa e influenciable. En otras palabras, como la eterna insegura y menor de edad.
Hemos de decir en este sentido, que la imagen de los hombres como personas que asumen el riesgo has sido estudiada sobremanera dentro de los estudios de género. Estos estudios han insistido en cómo estos estereotipos pueden tener que ver con la muerte de hombres en accidentes automovilísticos o en cuestiones relacionadas con el alcohol y la necesidad de demostrar “la hombría” asumiendo los peligros y haciendo ver que no se tienen límites. Puede verse en films como "The fust and the furious".