Qué hacer frente a un despido
Lo primero que hay que hacer después de un despido es planificar la nueva situación financiera.
Si los ingresos se ven disminuidos, hay que establecer un plan de gastos adaptado a la nueva situación financiera, dando preferencia a los gastos según su prioridad.
Si el despido se considera improcedente (no atiende a ninguna causa razonable), el trabajador tiene derecho a una indemnización equivalente a su salario de 45 días por año trabajado con el límite de 42 mensualidades.
Además, si no se tiene empleo, se tiene derecho a una prestación por desempleo, variable según lo cotizado como media en los últimos 180 días previos al desempleo.
Una vez asumida la nueva situación financiera, hay que buscar empleo usando todas las herramientas posibles: periódicos, Internet, contactos, etc. prepararse para entrevistas demostrando ganas de volver a trabajar.
Una opción es acudir a empresas del mismo sector en el que se trabajaba antes.
Otra opción es aprovechar el despido para dar un cambio al futuro laboral, optando por un sector totalmente distinto en el que se trabajaba y que tenga posibilidades.
Otra posibilidad es dedicar el dinero de la indemnización a iniciar una actividad laboral o comercial por nuestra cuenta, como autónomos.
En cualquier caso se recomienda que se aproveche el hecho de ser despedidos y sea considerado como un “cambio de trabajo” y nunca como una tragedia.