Intermediarios y Mercados Financieros
La canalización del ahorro hacia la inversión se realiza a través de dos vías: la vía directa y la vía intermediada.
A través de la vía directa se facilita el trasvase de fondos y el movimiento de los títulos primarios entre las UGD y UGS, sin que el título se transforme, formando el mercado privado.
Los mediadores que favorecen este trasvase son:
- los comisionistas o “brokers”: son sociedades o agentes que actúan como intermediarios entre un comprador y un vendedor cobrando una comisión. No toman una posición propia, sino que casan dos posiciones contrarias, una compradora y otra vendedora, al precio más satisfactorio para ambos.
- los operadores por cuenta propia o “dealers”: pueden actuar como principal en una operación de compraventa de valores, por su cuenta y riesgo, tomando posiciones propias que formarán parte de su cartera de valores.
- los creadores de mercado o “market makers” : mantienen una cartera propia de valores y además cotizan continuamente en mercado precios de oferta y de demanda para los valores de los que hace de creador. Están dispuestos a comprar y vender a los precios que publican, dando contrapartida a la oferta o demanda.
Por otro lado, a través de la vía intermediada, los bancos o cajas piden prestado el dinero a los ahorradores (depositantes) y lo ofrecen a las UGD (titulares de préstamos o créditos).
Así, transforman los títulos primarios en secundarios, formando el mercado intermediado.
Un mercado financiero es un sistema por el que se compra y vende activos financieros. Sus principales funciones son:
- poner en contacto oferentes y demandantes de fondos.
- Determinar los precios justos de los diferentes activos financieros mediante la oferta y demanda, y facilitar su difusión.
- Dar liquidez a los activos.
- Reducir los costes y los plazos de intermediación.
- Eficiencia, de forma que se asignen los fondos a los activos con las mejores combinaciones de rendimiento-riesgo, y facilitar su negociación a los mejores costes y comisiones posibles.
Los mercados financieros se pueden clasificar de la siguiente forma:
- Por el grado de transformación de los activos:
- Mercados directos: se realizan intercambios directamente entre los demandantes de financiación y los oferentes de fondos, sin transformación de títulos primarios.
- Mercados intermediados: aparecen los intermediarios financieros, transformando los título primarios en secundarios.
- Por la fase de negociación de los activos:
- Mercados primarios: se emiten títulos por primera vez para ser suscritos por los inversores.
- Mercados secundarios: en estos se intercambian títulos previamente emitidos que figuran en posesión de los inversores. Por ejemplo, las bolsas de valores.
- Por las características de los activos:
- Mercados de dinero: donde se intercambian activos financieros que por su reducido plazo (máximo 18 meses) se pueden considerar como sustitutivos del dinero, como las letras del Tesoro.
- Mercados de capitales: compuestos por los mercados de acciones (bolsa), obligaciones y otros títulos de renta fija o variable a largo plazo.
- Mercados de divisas: son mercados de compraventa de monedas extranjeras o divisas.
- Por el grado de formalización:
- Mercados organizados: los contratos o activos están normalizados y existe un organismo que actúa de cámara de compensación, como los mercados de futuros y opciones.
- Mercados no organizados: son mercados a la medida de los agentes económicos, donde las partes fijan las características del activo a contratar.
- Por el plazo o condiciones:
- Mercados al contado o “spot”: se realizan operaciones de compraventa a la vez que se entrega el activo comprado (acciones, materias primas, etc.)
- Mercados a plazo o de futuros: se compran o venden activos a un precio fijado hoy pero con entrega futura.
- Mercado de opciones: se accede al mercado de forma condicional.