Intervención educativa con las distintas lateralidades
Lo importante en este asunto es que el niño establezca su lateralidad, en referencia al lado del cuerpo (derecho o izquierdo) que va a actuar de referente en la organización de sus movimientos y procesamiento perceptivo.
En este apartado se tratarán las lateradidades diferentes a la diestra, son las siguientes:
- Lateralidad zurda: tienen mayor riesgo de sufrir accidentes, porque viven en un mundo donde las cosas no están hechas ni medidas para ellos (Gessen y Gessen, 2001). Deben adaptarse a gran cantidad de situaciones en que ser zurdo supone una desventaja con respecto a los diestros. Por eso es imprescindible estar atento a sus necesidades.
- Lateralidad ambidiestra: actualmente existen algunas corrientes educativas que favorecen el ambidextrismo manual, aunque debe quedar claro para trabajar una mayor destreza en la mano no dominante, siempre debe estar previamente bien establecida y estructurada la lateralidad.
- Lateralidad cruzada: se ha considerado la lateralidad cruzada como un factor de riesgo para la aparición de problemas de aprendizaje. Hacer ejercicios y actividades para establecer un lado como dominante en los cuatro ejes del cuerpo (ojos, oídos, manos y pies).
El principal objetivo de todo programa de intervención de la lateralidad es: desarrollar la lateralidad de forma homogénea y regular.