Comportamientos Morales
En cuanto a cómo se comportan los adolescente en relación con sus pensamientos morales, podemos decir que, para ellos/as, no es lo mismo la teoría que la práctica.
Aunque la mayoría distingue entre lo que está bien o mal en relación con las sanciones sociales (por ejemplo saben que ir en moto sin casco puede acarrear una sanción), en esta etapa se da la paradoja de que al igual que se incrementan las conductas prosociales, también aumentan los comportamientos antisociales y delictivos.
Se dan algunas variables para que los adolescentes muestren mayor número de conductas prosociales como, tener niveles más altos de empatía, una autoestima más alta o habilidades sociales que han ido adquiriendo a lo largo de los años.
También los padres que proporcionan apoyo y marcan las normas parecen influir en estos comportamientos.
En cuanto a los comportamientos delictivos o antisociales, suelen originarse en la pubertad, donde empieza a manifestarse en el seno de la familia o la escuela, con comportamientos disruptores como peleas con hermanos y padres o desobediencia frente a los profesores.
Estos comportamientos alcanzan su máxima incidencia hacía los 17 años, normalmente manifestadas con conductas delictivas, a partir de esa edad empiezan a descender los comportamiento de este tipo.
Es llamativa la diferencia que podemos encontrar entre chicos y chicas, mientras los primeros sueles implicarse en actividades más graves o violentas como el robo, asaltos o peleas, entre las chicas son más frecuentes las escapadas fueras de casa o los robos.
Entre los factores que influyen en estas conductas, encontramos la falta de supervisión familiar, la escasa comunicación entre padres e hijos, el fracaso escolar o un entorno sociocultural desfavorecido.