Dieta sin gluten

La dieta sin gluten debe basarse, fundamentalmente, en alimentos naturales y frescos que no contienen gluten:
leche, carnes, pescados, huevos, frutas, verduras, legumbres y los cereales que no tienen gluten: maíz, arroz, mijo y sorgo, combinándolos entre sí de forma variada y equilibrada.

Se eliminará de la dieta cualquier producto que lleve como ingrediente trigo, cebada, centeno,  o avena.

Para la correcta adquisición de productos sin gluten, las Asociaciones en todo el mundo (ver lección 22) distribuyen unas listas entre sus socios con aquellos alimentos que se pueden consumir sin peligro, aun siendo manufacturados. Se debe evitar el consumo de productos manufacturados que no esté dentro de estas listas.

Como norma general, deben eliminarse de la dieta los productos a granel, elaborados artesanalmente o los que no estén etiquetados, donde no se pueda comprobar el listado de ingredientes.

Los celíacos tienen muy restringida la elección de alimentos en su dieta habitual debido al uso frecuente de la harina de trigo, almidones y del propio gluten, en la elaboración de productos de consumo general.

Algunos productos etiquetados «sin gluten» o «aptos para dietas sin gluten» o que llevan el símbolo internacional «sin gluten» (espiga barrada), a menudo contienen trazas de gluten y en ocasiones sobrepasan todos los límites establecidos.

La ingesta continuada de este tipo de productos puede resultar perjudicial para el celíaco porque, pues como ya se ha señalado, el hecho de tomar gluten y no manifestar síntomas no quiere decir que sea tolerado.

Por esta misma razón, aun conteniendo el producto esa marca, no se debe consumir si no está nombrado en las listas de las Asociaciones de Celíacos.
Se ha de tener precaución con la manipulación de los alimentos, en la casa, de manera de evitar la contaminación de los mismos.

Se evitará freír alimentos sin gluten en aceites donde previamente se hayan frito productos con gluten.

En aquellas casas en las que hay un celíaco, se recomienda eliminar las harinas y el pan rallado de trigo y utilizar en su lugar harinas y pan rallado sin gluten o copos de puré de patata para rebozar, empanar o espesar salsas.


De esta forma, casi todos los alimentos que se preparen los puede tomar toda la familia, incluido el celíaco. Se debe tener precaución con las harinas de maíz, arroz, etc. de venta en panaderías o supermercados sin certificar la ausencia de gluten.

Pueden estar contaminadas si su molienda se ha realizado en molinos donde también se muelen otros cereales que contienen gluten.

Los excipientes de algunos medicamentos contienen gluten. En algunos países los laboratorios tienen la obligación de indicar su contenido en el prospecto y de realizar una advertencia.

Los alimentos importados pueden llevar a la confusión. Un mismo fabricante puede emplear, según las distintas normativas de los países, distintos ingredientes para un producto que se comercializa bajo la misma marca comercial.

Finalmente, y como norma general, si se sospecha que un producto puede contener gluten, no debe consumirse.

La dieta sin gluten y la avena

Aunque la avena propiamente dicha no tiene gluten, muchos celíacos se enferman cuando consumen avena. Se cree que el motivo es que muchas veces la avena se procesa en maquinarias que también son usadas para el trigo, la cebada y el centeno.

Muchos celíacos son tan sensibles al gluten que los vestigios de estas maquinarias los enferman. Por lo tanto, para una dieta sin gluten, se debe evitar la avena.

La dieta libre de gluten NO se debe iniciar antes de que le hagan el diagnóstico, ya que al hacerlo se afectarán las pruebas para detectar esta enfermedad.

El médico puede indicar suplementos vitamínicos y minerales para corregir las deficiencias nutricionales.

Ocasionalmente, también se pueden prescribir corticosteroides (como prednisona) para usarlos por poco tiempo o si usted tiene un esprúe que no responde al tratamiento. Seguir una dieta bien balanceada, libre de gluten, generalmente es el único tratamiento necesario para permanecer bien.

Cuando le hagan el diagnóstico, busque ayuda de un nutricionista profesional especializado en celiaca y dieta libre de gluten. De igual manera, un grupo de apoyo puede ayudarle a manejar la enfermedad y la dieta.

Expectativas (pronóstico)

Seguir una dieta libre de gluten sana el daño a los intestinos y previene un daño mayor.

Esta curación ocurre con mayor frecuencia al cabo de 3 a 6 meses en los niños, pero puede tardar de 2 a 3 años en los adultos.

En muy pocas ocasiones, se presentará daño a largo plazo al revestimiento de los intestinos antes de que se haga el diagnóstico.

Algunos problemas causados por la celiaca pueden no mejorar, como la estatura más baja de lo esperado y el daño a los dientes.

Complicaciones

Se debe seguir la dieta libre de gluten cuidadosa y continuamente. Sin tratamiento, la enfermedad puede causar complicaciones severas.

Demorar el diagnóstico o no seguir la dieta lo deja en riesgo de padecer afecciones conexas como:

  • Trastornos auto inmunitarios
  • Enfermedad ósea (osteoporosis, cifoescoliosis, fracturas)
  • Ciertos tipos de cáncer intestinal
  • Conteo sanguíneo bajo (anemia)
  • Bajo azúcar en la sangre (hipoglucemia)
  • Infertilidad o aborto espontáneo repetitivo
  • Enfermedad hepática

Situaciones que requieren asistencia médica

Consulte con el médico si tiene síntomas de celiaca.

 

Nutrición celiaca


 

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