Cajas de Plástico
Quien no quiere trabajar puede comprar cajas de plástico que sirven para grandes y pequeños criaderos. Ocupan menos espacios en ambos casos pues pueden ser estibadas unas sobre otras. Son de poliestireno blanco, no venenoso para el caracol.
El tamaño de la caja varía según su uso: las de engorde son de 40 x 40 x 10 cm, las de postura son un poco más alta, tienen 14 cm, altura suficiente para que entre el nido ( pote de margarina de 500 g) lleno de tierra donde los caracoles ponen los huevos.
La tapa y la base de la caja tienen 8 agujeros de 5 mm de diámetro que sirven de respiraderos. La caja se cierra bien.
En cada una de las cajas de plástico entran 20 caracoles de la especie gris grande, y el número máximo a estibar es de 20 cajas. Con este sistema en un metro cuadrado de superficie se pueden criar 24.000 caracoles.
El poliestireno es un material duradero y fácil de ser lavado. Además de ello en este tipo de cajas se puede prescindir de los comederos, pues basta untar una porción de la tapa con una fina camada de pasta de ración. Los caracoles subirán hasta la comida alimentándose sin problema cabeza abajo.
Los bebederos también son prescindibles pues cuando se lava la caja (como mínimo 3 veces por semana), alcanza con no secarlas. Los caracoles quedan contentos con ese grado de humedad.
Una última ventaja, por ser cerrada, la caja de plástico deja a los caracoles más protegidos.