Miedo escénico

El miedo o terror escénico en la comunicación se basa principalmente en la reducción de la efectividad comunicacional y en la parálisis de las expresiones corporales y gestuales del orador. Esta reacción impide que el emisor transmita el discurso principalmente por miedo al fracaso o al ridículo.

Miedo o terror escénico ante la locución pública

 

Ese terror no es más que el fruto de los pensamientos negativos del orador que pueden llevarle a un malestar físico que le impida realizar su función comunicativa.

Algunos de los síntomas más frecuentes en situaciones de terror escénico son:

  • Sequedad en la boca.
  • Respiración acelerada.
  • Sudoración excesiva.
  • Tartamudeos.
  • Afonía.
  • Dolor de cabeza.
  • Mareos.
  • Fatiga o dolor estomacal.

 

Controlar nuestra mente en situaciones públicas no es fácil. La presentación en público y control del miedo escénico requiere un gran esfuerzo y dominio de estrategias que pueden ayudarnos a superar esta situación y evitar sufrir un cuadro de miedo escénico.

Algunos consejos o técnicas recomendadas para controlar el miedo escénico son:

  1. Positividad: lo primero de todo es evitar cualquier pensamiento negativo del tipo no podré, no me va a salir bien. Es necesario ser fuertes y repetirnos a nosotros mismos mensajes cargados de positividad como, soy capaz, lo voy a conseguir o tengo la capacidad y lo voy a demostrar.
  2. Visualizar el éxito: debemos imaginar al público en posesión de una actitud y disposición positiva, es decir, interesado y motivado por nuestro discurso.
  3. Imaginar o buscar una persona en el público que nos genere confianza o tranquilidad: buscar entre la audiencia una persona que nos aporte tranquilidad o confianza y dirigir hacia ella las miradas e imaginar que el discurso está siendo expuesto para ella. En caso de no encontrar ese rostro amigable entre el público, imaginar a alguien de nuestro entorno al que no nos cueste explicarle cómodamente nuestro contenido.
  4. Ejercicios de relajación: previos a la presentación son muy aconsejables. Respirar profundamente llenando los pulmones, mover los brazos y hombros para liberar tensiones y hacer ejercicios con la lengua para ejercitarla antes de salir al escenario o atril.

Estas indicaciones ayudarán a lograr un clima de confianza y relajación claves para que nuestro discurso sea un éxito.

María Bengoa Puente

Periodista freelance- Redactora- Locutora- Community Manager y Social Media Manager

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