La respiración en el discurso

Sentir que nos falta aire cuando se habla en público es algo muy común. Es importante tener en cuenta que no sólo es importante tomar aire en esos instantes, sino también administrarlo de una mejor forma. Los motivos por los cuales es importante la respiración en nuestra exposición son los siguientes:

  • Es evidente que si no tienes aire no podrás hablar, tampoco habrá voz.
  • La falta de aire te hará verte nervioso ante los demás, lo cual suele ser un indicativo de nervios.
  • Si tienes planeado tomar aire sólo al terminar tu idea, es posible que no puedas proseguir, y que ésta sólo sea escuchada por los que están en primera fila o más cerca de ti.
  • El sentir falta de aire tiende a producir una mayor velocidad al hablar, lo cual dificulta la comprensión por parte de la audiencia.
  • La falta de aire también puede provocar un aumento en la ansiedad. Las técnicas para mantener nuestra respiración a la hablar en público son:

 

3.1 Regular la velocidad al hablar

Una buena manera de poseer un mayor control sobre el aire, es hablar de forma moderada. Cuando se presenta algún tema en público, la velocidad con que se habla suele ser más lenta, a diferencia de cuando se habla con una persona. Si hablas más despacio podrás darte cuenta cómo administrar el aire, llega a ser algo más fácil, pero no sólo esto, sino que también la comprensión y captación de tu mensaje será mejor. Por lo tanto, para tener un mejor control del aire, comienza por enfocarte en hablar más despacio.

 

3.2 Pausas al hablar

Detenernos durante nuestro discurso no tiene por qué resultar incómodo, siempre que no sea voluntaria. Hacer pausas intencionalmente es una excelente técnica para llamar la atención del público, para dejar a éste expectante ante lo que vamos a decir a continuación, y también nos permitirá tomar aire con tranquilidad. Algunos consideran que al hablar en público no debe existir ningún momento de silencio con tal de no dar una mala impresión, pero se equivocan. Al hacer una pausa corta,  ese instante de silencio, esa ausencia de palabra que produce tu voz por hablar de manera continua y uniforme se corta. Además, es una excelente  oportunidad para respirar de forman más profunda. Los buenos oradores a menudo pausan y se permiten un momento de tranquilidad en su presentación. Sin embargo, no es el hecho de hacer una pausa en medio de la presentación lo que te hará destacarte como un buen expositor, sino de cómo lo hagas, la intencionalidad es lo importante. Cuando una persona nerviosa se queda bloqueada ante los demás, también ocurre una pausa, pero este silencio es totalmente diferente, hasta tú como parte de la audiencia puedes llegar a tener una sensación de angustia, por aquella persona expositora la cual ha quedado paralizada. Por ello la seguridad de pausar la presentación es importante. El orador experto utiliza pausas para crear interés y no tiene miedo en dejar detenida la presentación por un momento de forma deliberada o para comprobar sus notas o hacer algún otro ajuste. La pausa es en realidad una herramienta de comunicación muy poderosa, la cual si aprendes a dominarla, puedes utilizarla para enfatizar puntos, agregar drama o simplemente para despertar a un público que pudiera haber comenzado a dormitar. Esto se debe, a que si se habla deprisa y si la presentación es un poco larga, es fácil que las personas se dejen llevar por una especie de trance involuntario. La mente puede empezar a vagar y esa es la condición ideal con la cual la gente llega a quedarse dormida. Ellos siguen el sonido continuo de tu voz y el ritmo uniforme en el cual llegas a caer naturalmente, cuando hablas en público de forma acelerada. Cuando comienzas a utilizar pausas y cambios en el ritmo de tu presentación, se rompe ese ritmo natural de tu charla. También por otro lado, puedes usar estar técnica para dar a entender –sin palabras– que a continuación dirás algo importante. Usualmente se hace un pequeño silencio cuando se planea anunciar algún punto de suma relevancia.

 

3.3 Respirar con el diafragma

Respirar con el diafragma es un poco diferente a respirar únicamente utilizando los pulmones. Cuando respiras con el diafragma, el momento de inhalar tu estómago se llena de aire, y al momento de exhalar el volumen del estómago desciende. Respirar con el diafragma posee algunas ventajas: te será más fácil potenciar tu voz y el aire a utilizar para hablar será menos en relación cuando guardas tu aire en los pulmones. Respirar y hablar con aire del diafragma es uno de los ejercicios más habituales por los artistas, como cantantes e intérpretes musicales. Las nota musicales más altas se consiguen manteniendo la voz sostenida varios segundos y guardando el aire en el diafragma y no en los pulmones. Para desarrollar este tipo de respiración es un buen ejercicio tumbarse en una cama bocarriba, colocando tus manos sobre tu estómago. A continuación inhala aire pero guardándolo en el estómago. Con las manos se apreciará como es la parte alta del estómago de que aumenta su volumen. Mantén el aire durante un instante y luego comienza a exhalar lentamente, con la finalidad de acostumbrarnos a una respiración diafragmática, es decir, una mejor respiración para hablar en público. 

María Cristina Ortiz Salvador

Licenciada en Derecho por la Universidad de Valencia. Máster en gestión jurídico-financiera de empresas

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