Claves perceptivas secundarias- luces y sombras

CLAVES PERCEPTIVAS SECUNDARIAS

LUCES Y SOMBRAS

En la oscuridad no sería  posible percibir el espacio, por eso es necesario la luz para poder captar las imágenes que  surgen ante nosotros. La luz nos  ayuda a ver los diferentes contrastes con las sombras. Sin las diferentes radiaciones de la luz,  los objetos espaciales (3d real)  ni los planos no se serían visibles. El reflejo de la luz que emiten estos objetos  se crea cuando la luz golpea sobre su superficie de estos. 

 

La luz que refracta en los objetos no la podemos calcular con la percepción, sino que la vista del ser humano recurre a los contrastes  de intensidad de luz, y a la comparación de  valores, o sea recurre a comparar los diferentes contrastes que hay entre las zonas claras y oscuras, sin importar la intensidad de la luz, ya que el ojo puede  adaptarse a los diferentes intensidades, sin distinguir los medias sombras o los pasajes de las zonas claras a oscuras, si la proporción de los valores  de luminiscencia se conserva.

 

Por este motivo de adaptación del ojo humano, los  fotógrafos novatos  cometen el error de calcular la luz adaptando sus ojos a los valores relativos, sin usar el fotómetro. El fotógrafo calcula  la luz  adaptando sus ojos según dónde el vea bien. Pero la cámara fotográfica capta la luz  en  valores absolutos.

 

Cuando observamos una pintura vemos las distintas variedades de luz, la cual la  veremos en valores relativos, y por los propios valores de la pintura, y nunca la veremos por  la cantidad de luz que la rodea (iluminación de la zona donde está ubicada). Por ejemplo, un cuadro impresionista, que tiene mucha luminosidad propia podría estar ubicado en una sala con muy poca iluminación,  o por lo contrario, un cuadro  barroco podría estar en una sal con mucha  iluminación.

 

Hay que tener en cuenta   la iluminación y la dirección de la luz, por que no se verá  de igual modo si la luz  proviene de la misma dirección o contraria a la que  se ve representada en la obra. La ubicación de la iluminación  y los efecto que ésta genera  es importante porque  cambian de manera drástica los efectos espaciales de la pintura.

 

La clave de percepción de la luz-sombra y la representación de la misma en las pinturas se ha observado desde  hace siglos,  pero en el Renacimiento  se ha diferenciado entre luz propia y luz arrojada, también conocida como  perspectiva aérea (perspectiva atmosférica).

Imagen 064
Perspectiva atmosférica " La niebla" de Lorena Capello

 

El relieve y la profundidad juega un papel importante, ya que la misma figura puede cambiar de cóncava a convexa según la dirección de la luz que refracte en ella. El relieve del objeto  es el que recibe mayor cantidad de luz natural.

 

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