La Ciencia del Reiki

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Hablar de Reiki no es hablar simplemente de "energía", ya que, que no es un fenómeno que opere exclusivamente en el plano espacio temporal causal.

El Reiki existe en el dominio absoluto de la realidad, la conciencia implícita e intemporal que abarca todos los fenómenos relativos. 

En este sentido hablar de Reiki no difiere mucho como al hablar del Tao, Dios, Shiva o el Dharmadatu.

Lo relativo y lo absoluto son dos enfoques de una misma realidad.

Mientras nos parece que todo está dentro del espacio y del tiempo de una manera lineal, la más profunda verdad de las cosas es que todo existe en un eterno aquí y ahora.

Mientras nosotros, como yoes individuales, percibimos lo que es como un movimiento de causas y efectos, la naturaleza de la realidad es una unicidad de ser donde todo hace a todo o es con todo lo demás simultáneamente. 

El Reiki es una forma que ha aparecido en nuestro plano de nombre y forma para restablecer la conciencia de esa unicidad, de esa totalidad indivisible en la que "vivimos, nos movemos y tenemos el ser".

El Reiki es un sendero espiritual.

 

ARMONIZARSE CON LA VIDA

El Reiki toma la apariencia de un sistema de sanación espiritual, psíquica y física, pero es mucho más que esto.

El Reiki es la Luz divina que nos constituye esencialmente y que lo constituye todo.

Al recibir Reiki o iniciarnos en este método, estamos alineando nuestra conciencia individual y relativa con la conciencia universal y absoluta.

Estamos propiciando nuestro reconocimiento dentro de la no-dualidad última de todas las cosas.

En otras palabras, el ego deja de estar presente como la ilusión que nos sugestiona y en su lugar se revela lo que siempre ha sido, el Yo Soy que no conoce límites de nombre y forma. 

El Reiki nos cura y nos sana en todos los sentidos de nuestra existencia y manifestación relativa, porque de hecho estamos disolviendo cualquier definición limitante de nuestra existencia en relación a lo único que es: lo divino.

LOTO

Al encontrarnos conscientemente en presencia de la Sustancia universal -dentro, alrededor y a través de nosotros- permitimos que ese principio de unidad absoluta sea operativo en sus propios términos de armonía y perfección ilimitada.

Esto es lo que significa "conectar" o "alinearnos" con el Reiki.

El Reiki es el motivo de despertar de la verdad iluminada del ser que somos.

Es a partir de este despertar de conciencia al campo de resonancia (Reiki, Dios, Samantabhadra), que todos los planos de la realidad relativa se armonizan y reconfiguran en consonancia con la libertad.

El intelecto se deshace de modelos inservibles y comprende la relatividad de todo enfoque de las cosas. 

El cuerpo emocional se purifica y transpira amor por todo y todos.

El centro vital se equilibra en la paz y estabilidad de la inseparabilidad divina.

El organismo físico se libra de desarmonías inscritas por incontables bloqueos al 
flujo feliz y espontaneo de la propia energía, que provienen a su vez de aquellos  patrones vitales, emocionales y mentales de temor y desamparo, de desarraigo dualista, de ignorancia fundamental de la unicidad divina. 

Cómo no curarse integralmente cuando la individualidad es un medium puro y plenamente consciente de lo universal.

El cuerpo se vuelve reflejo de esa totalidad de luz.

La mente/corazón se convierte en un centro de expansión de la divinidad creativa.

El Reiki es el orden implícito de todas las cosas, el holo movimiento en el que todo fluye.

reiki luz


Una iniciación Reiki nos inviste como practicantes espirituales, como adeptos de la ciencia holística y cósmica del amor creativo.

Nos hace algo más que sanadores.

Nos pone en el camino de la realización integral del ser.

 

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