Definición de Reiki

Así lo definía el Dr. Hayashi :

"Viene desde el espacio, desde el Universo"

"Su fuerza es tan grande que no podemos medirlo, es tan profundo que no podemos sondearlo; por eso, en japonés, lo Ilamamos Reiki."

Y solía decir también:

"Sus principios son los mismos que los de la radio, esta energía atraviesa el espacio sin alambres, y sabemos que esta gran fuerza puede ser contactada.

Una vez realizado el contacto, el flujo energético es automático.

Es energía universal ilimitada.

Cuando está abierto el interruptor el poder es infinito.

Cuando deseas pararlo es muy sencillo, solo tienes que retirar tus manos."



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Explicar la naturaleza del Reiki es como tratar de definir el amor o la luz.

Es un fenómeno existencial que sólo puede ser percibido a través de la experiencia personal y como vivencia.

Las palabras son nada más descripciones aproximadas, pues la fuerza universal de vida se manifiesta en el silencio de la mente.

Nadie ha sido capaz de explicar exactamente lo que es, y nadie ha podido categorizarlo racionalmente, y sin embargo no requiere un estado alterado de conciencia para practicarlo.

En distintas épocas, diferentes culturas lo han Ilamado de diferentes formas.

Para los chinos es el Chi, es el Prana de los hindúes, el Mana de los Kahunas de Hawai, el Poder Divino de los reyes antiguos, la energía sanadora de Hipócrates, o el Ka de los egipcios.

El Reiki es simplemente omnipresente, y somos inconscientes de él hasta establecer contacto a través de la iniciación, después de la cual puede ser recibido y convertido en energía curativa.

El Reiki es una técnica que se activa después de la iniciación, que es una experiencia existencial que permite establecer un estado de comunión con el Universo.

Iniciarse en el Reiki es como entrar sin esfuerzo y en contacto con una dimensión más sutil de la existencia, invocando la fuerza vital, la luz y el amor, para ponerse a su servicio como canal de sanación del cuerpo y de la mente, y como instrumento de expansión de la conciencia humana.

Invocar la fuerza del Reiki significa al mismo tiempo hacerse su servidor y dejar que ella nos utilice como canales sin ambición personal, ni siquiera de curar, pues es ella la que sana y no el sanador.

Entrar en contacto con la energía Reiki es el intento básico de buscar el origen de toda manifestación de vida.

La conciencia no tiene forma.

 

conciencia

Existe más allá del tiempo y del espacio, en el “aquí y ahora", la única realidad existencial, más allá del intelecto racional.

Esta es la dimensión de la no mente, esencia del Zen, y de toda meditación, el reino del espíritu inmortal y todopoderoso.

Estar en contacto con la energía es como participar de forma natural de los grandes misterios de la magia de la vida.

Es comenzar a integrarse al juego cósmico.

Es acercarse a vivir la vida sin miedo y como una gran aventura.

No es una coincidencia que un método de sanación como el Reiki haya sido redescubierto, y traído de nuevo a la existencia de nuestra época, para reconocer como hecho que las sabidurías más profundas de la vida nos conducen al amor.

Una potencia unificadora que subyace en la energía universal y que nos conduce a un estado de total unificación con el Todo de la creación.

La meta real de la humanidad es experimentar este estado y vivirlo.

El amor es el hogar original del alma, donde retorna para unificarse como una gota en el océano ilimitado del Ser.

Un estado de unión que abarca el conocimiento y la sabiduría, la creatividad y la armonía, así como la realización personal, el amor que todo lo envuelve y el deleite eterno.

El Reiki puede ayudarnos a encontrar nuestro camino de retorno a este estado holístico esencial.

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