Comprende tu ataque de pánico: ¿qué te está pasando?
Si lo has sufrido, hasta ahora has vivido el pánico y la agorafobia como algo inevitable e imprevisible. Es el momento de que empieces a ordenar y comprender los distintos ingredientes.
El pánico, como cualquier conducta humana, tiene tres elementos interrelacionados:
- El pensamiento. Pensamientos e imágenes que aparecen en tu mente en ese momento. Tienen en común, la absoluta certeza de que algo terrible va a ocurrir irremediablemente. Estás convencido de que algo catastrófico de tipo físico o mental va a sucederte. Son pensamientos automáticos o involuntarios, aparecen sin que desees tenerlos voluntariamente.
- Las emociones o sensaciones físicas. Sensaciones físicas que notas durante el ataque. Cada persona tiene un patrón de activación fisiológico personal e incluso, en diferentes ataques, puedes notar variaciones tanto en el tipo como en intensidad.
- La conducta voluntaria/motora. Lo que hacemos voluntariamente durante la crisis. El objetivo es buscar seguridad y reducir el pánico. Cada persona busca unas estrategias: conductas de escape, ya que la persona "escapa" de la situación o del malestar haciendo algo voluntariamente. A la vez que el problema crece y el miedo aumenta, aparte de las conductas de escape, desarrollas lo que se llaman conductas de evitación que consisten en no afrontar las situaciones o actividades, que crees que te van a provocar la crisis de pánico, bien porque lo sufriste en ocasiones parecidas, o porque temes que te pueda suceder allí.