¿Cuál es el rol de la familia?
Es de gran importancia involucrar a la familia dentro del proceso terapéutico, y de una u otra forma en el proceso del tratamiento; nadie conoce mejor al niño que su madre/padre/persona que esté a su lado y pendiente de él.
Los padres proveen con frecuencia terapia directa a su niño. Sin embargo, como los padres bien saben, vivir con un niño autista con problemas de aprendizaje o de comportamiento hoy en día demanda un gran costo emocional, y coordinar el equipo de tratamiento no es nada fácil; por consiguiente, cuando sea posible es recomendable valerse de terapeutas contratados para hacer parte de la terapia intensiva. Esto permite a los padres tener un descanso y que el tiempo libre para pasar con su niño sea más agradable, productivo y pueda disfrutarse al máximo.
Las actividades de rutina como ir al baño, la comida, vestirse y alimentarse, sirven para generar un nuevo aprendizaje en el niño. El hecho de jugar con el gato por ejemplo puede ser una rutina diaria del niño, y puede servir como oportunidad para enseñar. De esta forma, el día entero se convierte en parte de un proceso de la terapia, y los padres se convierten en una parte esencial, integral e importante del trabajo en equipo. Es importante involucrar al niño en las rutinas diarias de la vida, ya que así se evita empujarlo al aislamiento.