El trastorno de ansiedad debido a una enfermedad física

Cada enfermedad médica posee un cuadro clínico de síntomas característicos.

Algunas enfermedades aparecen también asociadas a síntomas ansiosos.

Estos signos de ansiedad se deben totalmente a la enfermedad física que puede padecer un sujeto.

 

En el trastorno de ansiedad debido a una enfermedad, se presenta una sintomatología ansiosa como consecuencia fisiológica directa de una enfermedad médica.

El sujeto puede manifestar:

  • Ansiedad generalizada.
  • Ataques de angustia.
  • Obsesiones.
  • Compulsiones.

 

La presencia de estos síntomas generan un malestar intenso en el individuo y afectan a su vida cotidiana de forma significativa.

La ansiedad se presenta como síntoma secundario a la enfermedad física que padece.

No podemos realizar el diagnóstico si consideramos que los síntomas son una reacción psicológica por el hecho de sufrir una enfermedad médica.

Un sujeto puede presentar una serie de signos de malestar psicológico cuando se le diagnostica, por ejemplo, una enfermedad digestiva. Sentirse preocupado o ansioso sería una reacción psicológica debida a la situación complicada por la que pasa. En este caso, la enfermedad física no es la que provoca síntomas de ansiedad por sí misma ya que su cuadro clínico no implica signos ansiosos en su origen como particularidad.

Para su diagnóstico es necesario que a través del historial o las pruebas médicas se verifique que existe una enfermedad que genera directamente estos síntomas.

Un trastorno de ansiedad puede ser consecuencia directa de una enfermedad física

 

Aunque existen muchos trastornos médicos que pueden provocar síntomas ansiosos como efecto secundario, enumeraremos las más conocidos:

  • Enfermedad cardiovascular.
  • Anemia.
  • Disfunción de las tiroides.
  • Epilepsia.
  • Dolor crónico.
  • Arritmias cardíacas.
  • Artritis reumatoidea.
  • Enfermedad de Parkinson.
  • Hipoxia.
  • Insuficiencia respiratoria.
  • Lupus eritematoso.
  • Hipoglucemia.
  • Esclerosis múltiple.
  • Uremia.

 

Una persona que padece hipertiroidismo, por ejemplo, puede presentar una serie de síntomas ansiosos como nerviosismo, palpitaciones, sudoración, etc. En este caso, como el origen de estos síntomas es una enfermedad médica, se debería diagnosticar que el trastorno ansioso es debido una causa fisiológica. 

Generalmente, cuando mejora la enfermedad, al ser la causa primaria de la ansiedad, ésta también mejora.

Su pronóstico va muy vinculado a la evolución de la enfermedad física que la provoca.

Roser González

Licenciada en Psicología. Terapeuta Clínica. Master en intervención social y comunitaria.

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