Teoría del Apego de Bowlby. El apego adulto
El proceso de formación de vínculo de apego con la pareja (Lafuente Benaches M.J. y Cantero López M.J., 2010):
1º Preapego: atracción y flirteo. Es decir, en esta primera fase es una “toma primaria de contacto” donde existe una primaria atracción que hace que queramos seguir manteniendo la proximidad con la persona hacia la que sentimos esa atracción primaria. Durante esta primera fase existe un preapego, tenemos la necesidad de mantenernos cerca de la persona para intentar mantener una relación afectiva con ella.
2º Apego en formación: enamoramiento. En esta segunda fase ya existe un acercamiento afectivo mucho mayor, y el apego está en formación. Es la fase relativa al enamoramiento, donde los sentimiento se vuelven muchos más intensos y asistimos a cambios a nivel cerebral. En esta fase, se trata de que nuestra figura de apego se mantenga lo más cerca de nosotros durante el mayor tiempo posible.
3º Apego definido: amor. En esta tercera fase, es cuando el vínculo del apego ya se vuelve más estable. Es decir, en esta fase se consolidan todos los sentimientos hacia la pareja, por lo que el vínculo se vuelve mucho más estable y esta persona se convierte en una figura de apego muy importante en nuestra vida. Una vez que pasa la fase del enamoramiento, los sentimientos dejan de idealizarse, y en esta fase todo se estabiliza por lo que nuestra pareja se convierte en nuestro pilar de apoyo.
4º Asociación de meta a corregida: la fase post-romance. Esta fase es la última, una vez que el vínculo del apego ya está lo suficientemente estabilizado en esta fase el vínculo se sigue manteniendo estable a lo largo de los años o se rompe. Es decir, una vez que pasan las tres fases anteriores el vínculo del apego puede mantenerse durante los años estable o puede existir una ruptura en la pareja lo que conlleva una separación de la figura de apego y una nueva búsqueda de un nuevo vínculo afectivo de pareja.
Existe una serie de similitudes y diferencias entre el apego infantil a la madre y el apego adulto pareja (Lafuente Benaches M.J. y Cantero López M.J., 2010):
- El contacto físico en las diadas madre-hijo y en las parejas románticas conduce a idénticas secreciones químicas. Es decir, a nivel cerebral se segregan las mismas hormonas por los mismos circuitos cerebrales cuando existe un contacto físico tanto entre las madre-hijo como en la parejas adultas.
- Al igual que los bebés se apegan a personas amables con capacidad de respuesta tanto hombre como mujeres buscan esto en su pareja. Es decir, los niños buscan una seguridad y estabilidad en las personas hacia las que se apegan y los adultos también buscamos eso en nuestra figura de apego.
- Cuando la pareja se convierte en figura de apego sucede en la separación algo similar a los bebés. Es decir, en los dos tipos de apego cuando existe una separación ocurrirán una serie de sentimientos negativos que llevaran tanto al niño como a las parejas a no sentirse seguro hasta que la figura de apego vuelva a compartir su vida.